La hostelería exige fijar plazos para su reapertura para frenar el aumento de la insumisión

La hostelería está reclamando a la Generalitat una reunión "urgente" antes de que la interdepartamental decida esta tarde sobre las vigentes restricciones en la Comunitat Valenciana, las cuales prevé prorrogar hasta el 1 de marzo al menos su núcleo duro. Las principales asociaciones del sector exigen ser recibidas por el president Ximo Puig antes de esa cita, que se celebra a las 18.00 horas de este jueves, para negociar una hoja de ruta para la desescalada que temple los ánimos del colectivo.

Y es que, según alerta la Coordinadora Empresarial del Ocio y Hostelería de la Comunitat Valenciana (Ceoh), el movimiento de desobedicencia está ganando fuerza desde la rebelión anunciada por algunos hosteleros de Castelló, que amenazan con abrir sus locales a partir del 16 de febrero si no se fija una fecha para el fin de su cierre y aseguran que ya son más de 2.000 los bares y restaurantes que se han sumado en toda la autonomía.

Tanto esta asociación como la patronal Conhostur descartan sumarse a esta iniciativa castellonense y apelan al cumplimiento de las normas, pero advierten que el "descontento" actual está derivando en "insumisión" en los últimos días. La federación presidida por Manuel Espinar ha reiterado su rechazo en un comunicado en el que también solicita activar una "mesa de trabajo" para "participar de forma activa en la reapertura de la actividad empresarial".

Nueva manifestación ante el Palau

Para mantener la presión sobre el Consell a escasas horas del anuncio sobre las nuevas restricciones, la Ceoh se ha vuelto a manifestar este jueves frente al Palau de la Generalitat. Alli han ahondado en las reclamaciones del sector, reclamando esa convocatoria urgente de una mesa de trabajo previa a la Interdepartamental de esta tarde para "contar con las propuestas de las pymes hosteleras antes de adaptar decisiones drásticas".

"Queremos una hoja de ruta que no condicionamos a una fecha en concreto. Lo que queremos es no tener que tirar más comida y evitar colapsos en gestorías por nuevas medidas improvisadas", ha asegurado su portavoz, Vicente Pizcueta. "Queremos frenar la revolución, pero la insumisión se extiende por la desesperación que hay en el colectivo", ha añadido.

Además, han vuelto a insistir en que el plan de ayudas es insuficiente y han cifrado en otros 500 millones los necesarios para hacer viable a los miles de negocios del sector, que "acumulan 11 meses de restricciones y cierres".