El Consell acelera para convertir la Feria en empresa pública y evitar su quiebra

Hacienda tiene hasta el 31 de marzo para incorporarla al ámbito de la Generalitat y poder así darle la liquidez indispensable para no ir a concurso

Vicent Soler, Joan Ribó y Rafa Climent, hoy en el Ayuntamiento de València

Vicent Soler, Joan Ribó y Rafa Climent, hoy en el Ayuntamiento de València / Miguel Ángel Montesinos

València

La Generalitat quiere evitar a toda costa que recaiga sobre sus actuales responsables la losa de haber permitido que Feria Valencia vaya a un concurso de acreedores y ha puesto el acelerador para evitarlo. Si lo logran, dados los márgenes de tiempo tan estrechos, será in extremis. El primer paso se ha dado hoy con el acuerdo suscrito entre los consellers de Hacienda, Vicent Soler, y Economía, Rafa Climent, con el alcalde de València, Joan Ribó, que solventa el acuciante problema de la deuda. Dicho pacto implica una cesión demanial por la que el consistorio traspasa a la Generalitat los terrenos y los edificios donde desarrolla su labor Feria Valencia, sin daño patrimonial para el ayuntamiento, a cambio de que la Generalitat se haga cargo de la deuda de 474 millones de la institución. La administración autonómica también se queda con la concesión municipal a Feria Valencia, aunque ha conseguido, en contra de lo que pretendía inicialmente el consistorio, que la cesión de inmuebles no sea exclusivamente para ejercer la actividad ferial, sino que también se puedan desarrollar otros negocios vinculados con un sentido público. Aunque la Generalitat dice desconocer este extremo, en el ayuntamiento insisten que a partir de ahora el consistorio cobrará de la Generalitat -la Feria antes no lo hacía- el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).

¿Y ahora qué? Porque a Feria Valencia las urgencias la corroen. Necesita liquidez del Consell para pagar a proveedores y trabajadores tras un año sin ingresos por la covid. Seis millones. Bruselas solo permite inyectar hasta 1,8 millones en firmas como la citada. De momento ya ha recibido unos insuficientes 800.000 euros. El 31 de marzo debe tener formuladas sus cuentas para evitar el colapso contable. Así que es imposible llegar a tiempo para tapar el agujero con el dinero de Bruselas, cuya autorización se demora en torno a medio año.

Tras pasar el acuerdo de hoy por el pleno del ayuntamiento el 25 de febrero, un día más tarde lo aprobará el Consell. Entonces Hacienda dispondrá de poco más de un mes para cerrar todos los trámites que consumen el traspaso de Feria Valencia al sector público. «Al formar parte de la Generalitat, estaría respaldada por los presupuestos autonómicos y no iría a concurso», afirman fuentes del Consell consultadas por este diario.

De lograrse, la Feria se salvaría por la campana, pero no por mucho tiempo, porque los planes del Consell pasan por una liquidación ordenada. Vayamos por partes. La cesión de inmuebles desde el Ayuntamiento permite a la Generalitat subrogarse toda la deuda de la Feria, pero esta sigue teniendo una cuenta acreedora con la administración autonómica. La vía que estudia Hacienda para solventar el problema definitivamente pasa por revertir la concesión dada a Feria Valencia de forma anticipada, indemnizarla por esta medida y cancelar así la cuenta acreedora al tiempo que procede a liquidar la empresa para acto seguido crear otra que desarrolle sin trabas la actividad ferial. El propósito es que dicha nueva mercantil, que será pública, esté reestructurada en tamaño -probablemente, también su plantilla- para hacerla acorde con su volumen de negocio, menguado en los últimos años. Después se vería si deja entrar o no a la iniciativa privada

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