La pandemia está golpeando con fuerza el alquiler de las viviendas de lujo en el centro de València. Las rentas mensuales han caído hasta un 39 % en el distrito de l’Eixample por la ausencia de los extranjeros con un alto poder adquisitivo que no se pueden instalar en València por las restricciones para viajar. Las inmobiliarias ponen como ejemplo un ático de 140 metros cuadrados en la calle de Cirilo Amorós que costaba hace un año 2.800 euros y que ha acabado ocupándose por 1.900 euros.

Un estudio de la consultora CBRE revela que en l’Eixample (que comprende los barrios de Russafa, El Pla del Remei y Gran Vía) el precio medio de los alquileres está en 835 euros al mes cuando hace un año era de 1.012 euros (un descenso del 18 %). Esta rebaja es mucho más alta que en el resto de los distritos de València, donde los descuentos rozan el 10 %.

Cristina Recasens, directora de Recasens Real Estate y especialista en el mercado del lujo, asegura que el desplome en este segmento se debe a la ausencia de extranjeros y de directivos de Madrid y Barcelona. «Los precios han bajado mucho en el centro. Es normal porque esos alquileres estaban al alcance de extranjeros que pueden dedicar al alquiler 4.000 euros al mes. Ese perfil de clientes ahora no está por las restricciones para viajar», señala Recasens.

La consultora añade que la caída también se debe a la avalancha de pisos turísticos que han acabado en el mercado tradicional. «Entre la escasa demanda y el incremento de la oferta, los precios se han derrumbado. Acabo de visitar un quinto con mucha luz y 193 metros cuadrados junto a la plaza del Ayuntamiento por el que piden 1.500 euros al mes. Antes se habría alquilado por 2.000 euros, pero ahora no hay interesados», asegura.

Recasens insiste en que los propietarios están rebajando los precios porque tienen mucha competencia y los plazos para cerrar las operaciones se han dilatado. «Desde que estoy en este sector no he visto nada parecido. Siempre ha habido escasez de este tipo de viviendas. El problema es que su principal mercado son los extranjeros: directivos del norte de Europa o de Estados Unidos o profesionales que se toman un año sabático. Estos clientes pueden hacer frente a rentas muy altas porque tienen sueldos muy buenos o porque directamente se lo pagan las empresas», señala.

A la espera del turismo

El sector confía en que la situación se normalice en cuanto se alcance la inmunidad de rebaño con las vacunas y vuelva el turismo. El alquiler tradicional ofrece una rentabilidad anual de entre el 4 % y el 5 % y los inversores en pisos turísticos buscan un retorno de entre el 12 % y el 15 % al año.

La bajada ha afectado en menor medida a otros distritos de la capital del Túria. En la zona de Quatre Carreres (que comprende desde La Fe al centro comercial El Saler) el alquiler medio de un piso de 70 metros cuadrados es de 682 euros frente a los 810 euros que costaba el año pasado, según la consultora inmobiliaria CBRE. En Ciutat Vella, las rentas mensuales están en 760 euros, en Extramurs en 727 euros, en Camins al Grau en 688 euros, en Poblats Marítims en 709 euros y en Camins al Grau en 712 euros. «En estos barrios los precios son inferiores a los de principios de 2020, ya que entonces rodaban entre los 900 y los 1.000 euros», subraya CBRE.

Máximo histórico

El precio de los alquileres alcanzó en València su máximo histórico justo antes del estallido de la pandemia, con un coste medio de 930 euros al mes una vivienda de 100 metros cuadrados, según datos de la plataforma inmobiliaria Idealista. Este coste, alcanzado en el mes de marzo, superó al precio de las rentas durante la burbuja inmobiliaria.

Pese a los descuentos del último año, una vivienda de alquiler en el segmento de lujo en la capital del Túria es un 37,5 % más cara que un inmueble en el mercado de clase media. En concreto, las rentas en el segmento de lujo son de 14 euros el metro cuadrado frente a 9 euros en el mercado convencional.