La venta de chalés en la Comunitat Valenciana ha cerrado 2020 en máximos históricos por la búsqueda de espacios abiertos tras el confinamiento de primavera por el coronavirus, según revela un informe de los Registradores de la Propiedad. El análisis subraya que el 23,7 % de las viviendas vendidas en el último trimestre del año es un inmueble unifamiliar con mayor superficie media y con terrazas y jardines. A nivel nacional, la tendencia se repite.El 22,5 % de las compraventas de viviendas en España durante el cuarto trimestre ha sido de unifamiliares.La cifra supone una subida de 2,1 puntos respecto al trimestre anterior y también se trata del máximo de la serie histórica.

El Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de Valencia destaca que en los últimos tres meses del año se ha confirmado con la adquisición de unifamiliares «la tendencia iniciada meses atrás por la pandemia, que está modificando algunos hábitos de compra».

Además, los registradores han constatado que las viviendas que se venden más rápido son cada vez más grandes. «La superficie media de la vivienda crece casi un punto respecto al trimestre anterior en España, alcanzando los 102,1 metros cuadrados de media. En el caso de la Comunitat Valenciana, la superficie media fue de 100,4 metros cuadrados, muy similar a la media española. Un 52,4 % de los pisos adquiridos tiene una superficie mayor a 80 metros cuadrados, lo que arroja un crecimiento del 1,9 % frente al mismo trimestre del año anterior», recoge el análisis.

El Colegio de Registradores también subraya la inercia de buscar viviendas en núcleos poblacionales con menor densidad frente a las grandes ciudades. Así por ejemplo, València pasa de representar el 37,3 % del total de compraventas de la provincia a finales de 2016 a solo un 25,7 % ahora. Esta misma reducción se da en seis de las ocho capitales de provincia españolas con mayor número de habitantes. Las inmobiliarias confirman que al mismo tiempo la venta de viviendas unifamiliares se ha disparado en Bétera, Paiporta, Silla, Torrent y en las poblaciones de la Ribera. «Cuesta encontrar producto porque la demanda es muy alta», advierten los intermediarios.

En cualquier caso, el mercado inmobiliario está sufriendo las turbulencias económicas provocadas por la pandemia y las restricciones para viajar de los extranjeros (que hasta el año pasado copaban la mitad del mercado de la provincia de Alicante). La compraventa de viviendas descendió un 22,1 % en la Comunitat Valenciana en 2020. El año pasado se firmaron un total de 58.745 operaciones, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Las transacciones se hundieron en el conjunto del país un 17,7 % en 2020, el mayor descenso desde 2011 y el segundo ejercicio consecutivo de caídas ya que se contabilizaron 415.748 compraventas, la cifra más baja desde 2016. Atendiendo a las operaciones de venta de viviendas registradas, las comunidades con mayor número de transmisiones por cada 100.000 habitantes el pasado año fueron la Comunitat Valenciana (1.469), La Rioja (1.306) y la Región de Murcia (1.258).

Por otro lado, la Comunitat Valeciana lidera los impagos hipotecarios. El número de procedimientos bancarios por impago creció en el último trimestre del años un 9,84 % respecto al anterior con 1.373 casos. Hasta el cuarto trimestre los impagos habían caído pese a la crisis económica por las moratorias impulsadas por el Gobierno y los bancos tras la oleada de ERTE de primavera.