El pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) informó ayer favorablemente sobre la solicitud de renovación de autorización de explotación de la central nuclear de Cofrentes hasta el 30 de noviembre de 2030, según difundió por medio de un comunicado. El dictamen emitido incluye nueve límites y condiciones, acompañados de cinco Instrucciones Técnicas Complementarias (ITC), a los que quedará sometido el funcionamiento de la instalación -que es propiedad al 100 % de Iberdrola- en este nuevo período. La decisión confirma el calendario pactado entre el Gobierno e Iberdrola para el cierre ordenado de la central en 2030.

La semana pasada dirigentes de Compromís, EU, Podem y ERPV respaldaron a portavoces de la plataforma Tanquem Confrentes para reclamar que se atienda al acuerdo de las Corts de 2017 y no se prorrogue la licencia de funcionamiento a esta central nuclear. La petición era inviable porque el Gobierno ya aprobó el calendario de cierre de todas las centrales nucleares españolas con las operadoras. El apagón nuclear está vinculado al despliegue de las energías renovables (que cubrirán el hueco energético)

Los trabajos en sí para preparar el desmantelamiento de la central nuclear comenzarán en 2027, según el plan de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos SA (Enresa) presentado al Gobierno. Las labores de desmantelamiento se intensificarán tres años después del apagón definitivo de la planta nuclear valenciana en noviembre de 2030 y, en principio, durarán 16 años (entre 2027 y 2043). La central nuclear de Cofrentes entró en operación en marzo de 1985. La planta genera el 48 % de la energía de la Comunitat Valenciana.

Todas las centrales nucleares españolas han emprendido un camino hacia su cierre total en 2035. El Estado constituyó hace treinta años Enresa, que es la encargada del desmantelamiento de las plantas. En torno al 20 % de la generación eléctrica nacional proviene de siete reactores nucleares que permanecen en activo y que están a punto de cumplir su vida útil. Las siete plantas en activo son Almaraz I y II, Vandellós II, Ascó I y II, Trillo y Cofrentes. Vandellós I cerró en 1989 y Enresa terminó de desmantelar Zorita (la primera central española) el año pasado.

El interrogante que todavía carece de respuesta es cómo se va a pagar todo este proceso. España, según un informe de PwC, no tiene capacidad para ejecutar de forma simultánea varios desmantelamientos porque no hay ni suficiente personal especializado ni recursos.

Iberdrola ya prepara el plan de desmantelamiento

Iberdrola ha adelantado los trabajos para el cierre de la central nuclear de Cofrentes. La compañía eléctrica ha avanzado «diez años» el plan de desmantelamiento de la planta valenciana que continuará operativa hasta noviembre de 2030. El proceso se intensificará en 2033 y durará dieciséis años. El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, confirmó en julio a Levante-EMV los planes trazados. «Estamos yendo por delante» en el proyecto para desmantelar la planta, confesó Sánchez Galán. «Cofrentes va a seguir (operativa) con el plan acordado con el Gobierno» hasta 2030, pero «estamos haciendo ya las inversiones» con lo que «nos estamos adelantando diez años» al programa de cierre, añadió.