El precio de la vivienda está resistiendo la crisis económica provocada por el coronavirus con una subida del 6,3 % en València en 2020, según revela un informe del mercado del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Valencia presentado ayer. Los API descartan que se vaya a producir una caída abrupta de los precios como ocurrió tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008 porque en los últimos siete años el coste de los pisos ha subido de forma moderada frente a los incrementos anuales del 10 % que se produjeron entre 2004 y 2007. Una situación que sí se está produciendo -y que según los expertos ocurre en todas las crisis- es que las familias con menos ingresos se están quedando fuera del mercado porque son las más afectadas por la incertidumbre laboral (muchas tienen trabajos vinculados a la hostelería, el comercio y el turismo). Las ventas a lo largo del año han caído un 20 % en la Comunitat Valenciana, pero los responsables del informe lo atribuyen al parón del mercado durante el segundo trimestre por el confinamiento.

Luis Fabra (autor del análisis y director de los Estudios Propios en el Mercado Inmobiliario de la Universidad de Zaragoza) insistió ayer en que a pesar de la situación de incertidumbre el sector de la vivienda está resistiendo bien la crisis. «En los precios hay estabilidad. En la Comunitat Valenciana han subido un 0,63 % a lo largo del año aunque si se analizan solo los de la vivienda usada (que copa el 85 % del mercado) se ha producido una caída del 1,1 %. Es un porcentaje de caída muy racional, que no tiene nada que ver con lo que ocurrió en el pasado. El problema es cuando el precio cae a un ritmo anual de entre un 5 % y un 10 %, porque los potenciales compradores deciden esperar ya que creen que bajará más. Por tanto, estamos ante un escenario sano», destacó.

El coste medio de los inmuebles también sube porque las casas compradas cada vez son más grandes. El precio medio de un piso roza en la capital del Túria los 170.000 euros.