Feria València recibió ayer un empujón hacia adelante en su desesperada carrera por evitar el concurso de acreedores o la liquidación, después de que la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de València aprobara el convenio con la Generalitat para cederle la titularidad de la concesión de la institución y los inmuebles donde desarrolla su actividad mediante el sistema de mutación demanial subjetiva gratuita. La semana que viene, el conseller de Hacienda, Vicent Soler, firmará una resolución por la que la Generalitat se hace cargo de esos bienes. Los dos trámites desbrozan el camino para que la administración autonómica se haga cargo de la voluminosa deuda ferial pero no solventan los serios problemas que aquejan a la entidad, que necesita quitarse de encima la losa de la cuenta acreedora con la Generalitat por 474millones, que podría llevarla a la disolución a partir del 31 de marzo, y encontrar una solución a sus necesidades de liquidez para pagar a proveedores y plantilla, que podría abocarla al concurso de acreedores. Y la solución se presenta difícil. Hacienda no quiso desvelar ayer sus planes, a la espera de la reunión del comité ejecutivo ferial del lunes, donde se abordarán ambas cuestiones.

No obstante, el conseller de Hacienda, Vicent Soler, explicó ayer en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell que, en estos momentos, la situación de Feria València es «muy delicada jurídicamente», pues la Unión Europea «mira con lupa» las ayudas que conceden los Gobiernos y hasta que la institución no sea un medio propio de la Generalitat habrá que ir «con pies de plomo». En relación con esto, según informa Efe, explicó que una vez que la Generalitat asuma la condición de gestora de la Feria, «lo normal» es que se cree una empresa pública para que se haga cargo de ella, y se podrán incorporar las deudas desde «una normalidad jurídica», y no con los «problemas» de ahora, pues cada vez se tenía que explicar en Bruselas.

Obtener el beneplácito de Bruselas para ayudar a una firma privada puede demorarse seis meses, si se consigue, y solo se pueden establecer ayudas directas si la empresa es pública, pero no parece que haya tiempo para formalizar los trámites antes de abril. Hacienda asegura que está trabajando en buscar una solución. Una opción podría ser algún tipo de préstamo o aval por parte del Instituto Valenciano de Finanzas, pero no hay nada decidido. Tampoco es descartable que el Consell se decante finalmente por instar el concurso y aprovechar esa vía para proceder a un adelgazamiento de la entidad, según algunas fuentes. Se verá.

En el comunicado en el que se informaba de la decisión municipal, el alcalde Joan Ribó afirmaba que «la concesión [en favor de la Generalitat] tendrá el mismo plazo concesional que tenía hasta ahora y las mismas condiciones», es decir un período de 50 años desde 2001, que es cuando se firmó la última concesión. Desde Hacienda, no obstante, rebatieron tal afirmación y aseguraron que el documento firmado por las dos partes no contempla dicha fecha. Esta competencia corresponde a la Generalitat, aseguran, y la cesión es a perpetuidad siempre y cuando la adminitración autonómica dedique las instalaciones al negocio ferial.