Y la liebre saltó por donde menos se la esperaba. La Comisión Europea aprobó el pasado jueves por la noche el nuevo marco temporal de ayudas de Estado para España, que permite conceder hasta diez millones de euros sin autorización previa a Bruselas siempre que no se superen el 90 % de las pérdidas ocasionadas por la covid en el caso de las pymes, y se abrió el cielo para Feria València y la Generalitat, que buscaba a la desesperada una fórmula para evitar que la citada institución tuviera que presentar el concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos) por su absoluta falta de liquidez.

La Feria había pedido ya una ayuda directa inmediata de seis millones que el Consell no sabía cómo hacerle llegar porque necesitaba la autorización de la Comisión Europea, que se demora unos seis meses. No había tiempo para salvar a la institución. Pero el cambio de Bruselas desbroza el camino y así lo ratificaron los asistentes al comité ejecutivo de Feria València reunido ayer, que pidió a la Generalitat una inyección de capital de hasta 9,2 millones. La administración autonómica ya le dio con anterioridad 800.000 euros, que era el tope autorizado hasta el pasado jueves. El máximo total, por tanto, son diez millones. Feria València calculó hace unos meses que precisaría once si se concelaba su principal certamen, Cevisama, como finalmente ha sucedido

Fuentes de Hacienda aseguraron ayer que los dirigentes feriales deben ahora proceder a justificar las pérdidas que ha ocasionado la covid al negocio, paralizado desde marzo de 2020, y esa será la cantidad que recibirán hasta los citados 9,2 millones. El Consell se plantea adelantar el pago de una parte de la ayuda -a través del fondo de liquidez autonómica FLA, por ejemplo-, para que Feria València atienda sus necesidades más inmediatas de tesorería, que algunas fuentes sitúan en los tres millones de euros. Y es que la conselleria de Economía deberá estudiar la petición de la Feria con las cantidades que esta necesite y hacer una modificación de crédito para obtener el dinero. El decreto tiene que pasar también por el pleno del Consell. Tal vez, un mes.

Por tanto, si nada se tuerce, el problema de la liquidez estaría en trámites de ser resuelto. Ahora queda por depejar el asunto de la deuda, después de que el ayuntamiento de València haya aprobado ya el traspaso de los inmuebles y los terrenos a la Generalitat para compensar que esta se haya subrogado la multimillonaria deuda ferial. Pero los 474 millones pendientes se los debe ahora la Feria a la Generalitat a través de una cuenta acreedora que la puede llevar a la liquidación a partir del 31 de marzo si no es abonada.

Este, de nuevo, parece un proceso que se va a dilatar en el tiempo y que pasa por la conversión de Feria València en una empresa pública. El liderazgo a partir de ahora lo ejercerá la conselleria de Economía, que tutela a la institución, aunque se ha creado un grupo de trabajo, integrado también por técnicos de Hacienda, Feria y Ayuntamiento, para reoorganizar la institución y «su modelo de negocio, que tendrá que adaptarse a la nueva realidad económica», según una nota hecha pública ayer por la conselleria que dirige Vicent Soler. Para tratar de evitar que la entidad entre en causa de disolución, Hacienda piensa reunirse con los auditores de la Feria para garantizarles que hay solución para la Feria y pedirles que les dejen ganar tiempo.