El imparable proceso de la electrificación del automóvil plantea muchas más variables más allá de la fabricación de baterías eléctricas, como por ejemplo la reutilización de estos componentes cuando el mercado ya esté estabilizado y este tipo de vehículos sean los predominantes.
Eso es lo que explora el proyecto Retebave, una iniciativa desarrollada por Avia, Nutai y el Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) y que ahora concluye su primera fase, la teórica, en la que ha explorado las opciones que existen para la reutilización de las baterías eléctricas. El objetivo es perfeccionar la cadena de valor del sector y generar un ecosistema de proveedores amigable para retener a fabricantes como Ford.
La conclusión que arroja este primer estudio es clara: van a ser necesarias plantas de reciclaje que permitan dar una segunda vida a uno de los componentes estrella del automóvil del futuro próximo y que además lo hagan en condiciones de seguridad y de forma sostenible. Por eso, el director general de Nutai, Enrique Vacas, confirma que presentarán la iniciativa a los fondos europeos una vez se abra el plazo.
Todavía no disponen de la inversión que será necesaria, pero su idea es levantar con ese dinero de Bruselas una planta piloto en la que implementar las investigaciones de la fase inicial. Según destaca Vacas, esa ingeniería que se ha desarrollado busca «automatizar el proceso en un entorno industrial» para minimizar los riesgos que comportan estos elementos, que son inflamables.
Compatible con la gigafactoría
El proyecto, destaca Vacas, es compatible con la factoría de baterías por la que pugnan muchas autonomías, entre ellas la valenciana. «No es un plan B por si falla, esto es un plan A», defiende. De hecho, Nutai está dentro de la Alianza Valenciana de las Baterías y destaca que iniciativas como estas son las que dotan a la candidatura valenciana de elementos diferenciales. «De esta forma cubriríamos toda la cadena de valor: fabricación, uso y reciclaje».
Al contrario que las factorías de producción de baterías, la tesis inicial del consorcio valenciano es que para el reciclaje de las mismas es más conveniente contar con fábricas más pequeñas y con una mayor capilaridad, precisamente para evitar su transporte, considerado de mercancías peligrosas. En cuanto a dónde emplazarlas, Vacas admite que todavía se está estudiando dónde sería más conveniente, si junto a grandes centros de uso (principalmente ciudades) o cercanos a plantas de producción.
