La dirección de Ford Almussafes no ha dado por el momento su brazo a torcer y se mantiene firme en su intención de despedir a 630 personas de la planta valenciana. La empresa y los sindicatos finalizaron ayer sin acuerdo la segunda reunión negociadora del ERE que planteó la multinacional el pasado 15 de marzo. No hubo pacto pero sí un acercamiento de posturas en cuanto a las condiciones que ofrece la compañía a los trabajadores que opten por salidas voluntarias.

Según informaron los sindicatos, la dirección mantiene que la reducción que tiene que afrontar de la producción por una caída «estructural» de la demanda no permite rebajar el número de personas afectadas. Sin embargo, sí puso sobre la mesa la opción de jubilaciones anticipadas para los mayores de 57 años con un complemento salarial del 80 % hasta los 65 años. Esto supone una reducción de lo ofrecido en el ERE del año pasado, cuando el complemento fue del 85 %. En aquel expediente salió una buena parte de los empleados más mayores, por lo que ahora únicamente quedan 260 personas en esa franja de edad, lejos del total de 630 despidos que busca Ford.

Asimismo, la dirección también se mostró abierta a mejorar la indemnización de esas bajas voluntarias que ofreció en el ERE de 2020, que fueron de 45 días por año trabajado, si bien no concretó la cifra que propone. En esa misma línea, Ford planteó colaborar en la recolocación del personal despedido en otras empresas, como ya hizo anteriormente y con un elevado éxito.

Ambas partes se han emplazado a una nueva reunión dentro de otras dos semanas, el 13 de abril. Según remarca STM, hay unión dentro del comité de empresa a la hora de buscar como principal objetivo de la negociación una reducción del total de despidos y que todas las bajas sean voluntarias. Según el presidente del comité de empresa, Carlos Faubel, la dirección busca un acuerdo rápido ya que a la vuelta de Semana Santa la producción bajará en 280 unidades diarias.