Los piratas informáticos se están fijando en las pequeñas y medianas empresas (pymes) españolas. Los expertos en ciberseguridad constatan cada vez más que los ciberdelincuentes proliferan y van a incrementar en el futuro los ataques a las empresas más desprotegidas. El Gobierno, consciente de esa tendencia, ha puesto en marcha una campaña para instar a las pymes a mejorar sus mecanismos de defensa ante la amenaza.

En concreto, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) gestionará este año ayudas por 260 millones de euros para el fortalecimiento de las capacidades de ciberseguridad empresarial de acuerdo con el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. El objetivo es «fortalecer la ciberseguridad de las pymes españolas» y ya está abierta la recepción de proyectos (manifestaciones de interés) hasta el 21 de abril a las siete de la tarde.

El Incibe canalizó el año pasado 130.000 incidentes graves de ciberseguridad, aunque fuentes del sector elevan el total a la increíble cifra de 40.000 casos diarios si se incluyen intentos de fraude a particulares por e-mail o entradas no permitidas en redes, por ejemplo, raramente denunciados. El 87% de las empresas españolas han sufrido un intento de ataque a una vulnerabilidad ya conocida, según el Security Report 2021, elaborado por Check Point. Para Javier Aznar, director en el área de Technology Risk de KPMG en España, «el riesgo cero no existe», y menos ante un crecimiento del 80% de los ataques este año en España, pero recuerda la necesidad de disponer de planes de empresa de prevención y reacción ante un ataque informático.

Por unos pocos euros es posible contratar servicios de ataque a webs, principalmente desde Rusia y China, y abundan las ofertas de profesionales y aficionados que ante la actual crisis económica están dispuestos a realizar    prácticas hacker con fines delictivos. De los incidentes gestionados el año pasado por Incibe, el 35,22% correspondía a malware y el 32,02%, a cualquier tipo de fraude, seguido de acceso a sistemas vulnerables, con un 17,39%. El reciente ataque sufrido por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) con el virus RYUK ha evidenciado la debilidad de las organizaciones, incluso las públicas.

Deloitte alerta en un reciente informe sobre ciberseguridad y pandemia de que «los cibercriminales han encontrado un nuevo nicho de negocio», fundamentalmente relacionado con el miedo al coronavirus, que desencadena acciones que permiten obtener acceso a sistemas sensibles de información.