El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunió ayer en Moncloa con el presidente de Ford Europa, Stuart Rowley, para abordar el papel que jugará la multinacional norteamericana con factoría en Almussafes en el proceso de electrificación del automóvil que afronta la industria en España y en el continente.

Apenas trascendió información de la cita pero entre los asuntos que se trataron, según informó el Ejecutivo, estuvo la fabricación de baterías para vehículos electrificados y «las oportunidades que ofrece la industria de la automoción en España».

Ford, por su parte, mantuvo ante Sánchez su «compromiso» de contar para el año 2030 con una gama de turismos totalmente eléctrica y remarcó la «importancia del apoyo del Gobierno en el contexto de los fondos Next Generation de la UE». La marca del óvalo añadió en su comunicado posterior que «confía» en seguir trabajando «de manera constructiva» con Moncloa para «asegurar un futuro sólido».

Pese a que no hubo mención a Almussafes tras la reunión, los sindicatos valencianos interpretaron la cita como una «señal positiva» si bien aseguran que ahora mismo están centrados en el «futuro de la fábrica» y en «evitar los despidos».

De hecho, hoy está prevista la cuarta ronda negociadora del ERE que Ford ha planteado para 630 trabajadores de Almussafes. Las tres anteriores han finalizado sin acuerdo y el mayor punto de fricción está en la edad de las prejubilaciones. La multinacional no quiere bajar de los 57 años y los sindicatos apuestan por llevarla a 55 para evitar salidas traumáticas.