Mientras analizamos los grandes retos a los que debemos enfrentarnos tras la pandemia desde cualquier ámbito (social, laboral, empresarial…), al menos hay una cosa que ya nos ha quedado clara: la vuelta a la ‘normalidad’ es todo menos normal para los puestos de trabajo tal y como los conocíamos en la era precovid.

Todo apunta a que el nuevo entorno laboral será un sistema híbrido entre presencial y teletrabajo: con menor contacto social, distanciamiento entre los puestos de trabajo y conectividad inalámbrica. Y además, VPN en todos los puestos de trabajo remotos, tanto si están en casa como de viaje.

Por tanto, los responsables TI de las empresas tienen que acostumbrarse a nuevos sistemas de trabajo con cambios rápidos y flexibles, por lo que conviene que cualquier circunstancia sobrevenida esté prevista, con todo preparado e integrado, con repositorio de usuarios actualizado, todo monitorizado y asegurado, para agruparlos por políticas de uso.

Que la pandemia ha impulsado de lleno la transformación digital del puesto de trabajo es un hecho factible y ahora no deberíamos conformarnos con apaños improvisados como el uso de programas de gestión remota «gratis» para tomar control del ordenador de la oficina desde el ordenador de casa (¿dos ordenadores?); desviar el teléfono fijo de la oficina al teléfono móvil (¿doble gasto?); dejar que los ordenadores portátiles que vienen de viaje se conecten a la VPN o a la red local sin control, más allá del antivirus del PC; y proteger los servidores en la nube más allá del usuario y contraseña, sin firewall o VPN.

La crisis de la covid-19 ha demostrado que muchas de estos «apaños» han permitido salir del paso a la mayoría de empresas, pero para consolidar el teletrabajo se deben tener unas estructuras sólidas de gestión de usuarios, VPN, telefonía IP, sistemas de backup, control de la nube, etc. Esto es, una topología que permita afrontar con garantías los nuevos retos de la digitalización del puesto de trabajo.

En las reuniones mantenidas con varios CIO en los últimos meses, han dejado claro que la mayoría quieren apostar por soluciones «as a service» o servicios gestionados, y para ello necesitan ayuda y soporte externo que consolide la transformación digital, algo que pueden encontrar aquí mismo, en la Comunitat Valenciana, gracias a empresas que tenemos los conocimientos y la experiencia necesaria para acompañar y gestionar el enorme abanico de las nuevas necesidades que plantean los nuevos retos.

En definitiva, el teletrabajo ha llegado para quedarse, bien de forma parcial o total, con las peculiaridades de cada empresa, siempre bajo el prisma de la productividad, pero solo articulado con un sistema bien estructurado y planificado, seguro y fiable… bienvenidos a la nueva realidad digital.