Roma apuesta por lo verde y el sur
Los más de 190.000 millones que Italia recibirá del fondo 'Next Generation EU', más los 39.000 millones que Roma ha añadido, en déficit, para realizar viejas obras públicas paralizadas, pueden ser agrupadas o desglosadas de distintas maneras para apreciar su alcance, ya que unos capítulos se complementan con otros.
La recalificación voluntaria de todos los edificios (transición energética) contará con 21.000 millones, la tutela de todas las aguas dulces del país 15.100 millones y la movilidad sostenible 25.000. El hidrógeno verde, combustible del futuro, 3.500 millones.
La digitalización de toda la administración pública del estado se llevará 30.100 millones; el turismo y la cultura, 4.000, la reconversión sostenible de la agricultura y el potenciamiento de la economía circular 8.500.
La logística integrada, desde los jardines de infancia, escuelas maternas hasta la universidad 19.400, la colaboración entre centros de investigación e industrias 12.400, las redes de proximidad de telemedicina y asistencia sanitaria 7.600, la digitalización del Servicio Sanitario Nacional (SNN) (8.000) y el ámbito laboral 6.800.
El sistema ferroviario (local, regional, nacional) recibirá 28.300 millones, con la idea de trasladar parte del transporte de mercancías a las vías y disminuir las emisiones CO2, pero la inversión es criticada porque no ha funcionado nunca (en la UE solo el 3% viaja en tren). Argumentos en contra también para los Aves, que usan pocas personas respecto al total.
Las infraestructuras sociales (familias, comunidades, voluntariado) tendrán 8.300 millones. A la igualdad de genero irán 4.600 millones, a la ampliación de los horarios escolares 1.000, a las chicas que estudien ciencias técnico-científicas otros 1.000 y 400 millones a las nuevas empresas de mujeres. Todos los jóvenes podrán comprar casa con hipoteca avalada al 100% por el Estado.
El sur recibirá entre el 40% y el 50% de todos los fondos y los entes locales, como ayuntamientos y autonomías del país, el 40% para la transición ecológica. A los proyectos verdes irá el 40% y a los digitales el 27%.
París se vuelca en la ecología, la competitividad y la cohesión
Francia cuenta con un ambicioso plan de 100.000 millones de euros para estimular su economía. El 40% de este proyecto, bautizado como Francia Relanza, será financiado por el Fondo Europeo de Recuperación. La estrategia francesa gira en torno a tres pilares: la ecología, la competitividad y la cohesión social y territorial.
“Nuestro plan incluye inversiones masivas en favor de una producción y un consumo más respetuosos con el medio ambiente”, subraya el programa presentado este martes por el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire. De hecho, la mitad de los 40.000 millones europeos irá a parar a la “transición ecológica”. El bloque “infraestructuras y transportes verdes”, que incluye el impulso del tren y la promoción de nuevas formas de movilidad urbana, se llevará la mayor partida con un presupuesto de más de 7.000 millones de euros. La renovación energética, las tecnologías verdes y la biodiversidad completan la partida ecológica del proyecto de reactivación económica.
Con una partida de 15.200 millones, el bloque de cohesión social y territorial tiene como objetivo salvaguardar el empleo, en especial entre los jóvenes, reforzar la formación profesional, desarrollar la tecnología digital a lo largo y ancho del país, y reforzar el sistema de salud pública. Entre las medidas concretas incluidas en el plan de “reactivación y resiliencia” francés, se incluyen la transformación del sistema de desempleo y la reforma de la sanidad pública.
Bajo el paraguas de la competitividad, con un montante de 5.600 millones, Francia promete invertir en la soberanía tecnológica, financiar a las empresas galas y poner a punto la digitalización del Estado y de la red empresarial. En concreto, el plan prevé reforzar los fondos propios de la pequeñas y medianas empresas (PYMES), apoyar el desarrollo del mercado digital, respaldar el sector espacial y subvencionar proyectos de investigación.
“Francia está absolutamente comprometida con la reactivación de su economía”, prometen las autoridades galas en su extenso programa que debería no sólo relanzar la actividad del Hexágono, sino también contribuir al “dinamismo de la Unión Europea”.
Berlín se centra en la transición ecológica y la digitalización
Alemania recibirá más de 25 mil millones de euros del Fondo de Rescate Europeo. El Gobierno federal aprobó el pasado martes el plan para la inversión de ese dinero y el ministro de Finanzas, el socialdemócrata Olaf Scholz, envió sus 1.100 páginas al día a siguiente a Bruselas para que la Comisión Europea lo revise: Berlín tiene previsto invertir el 90% de los fondos comunitarios en el combate del cambio climático y la digitalización de la economía y la administración del país. Este último es precisamente uno de los capítulos pendientes de la mayor economía de la Unión Europea a la vista de su envejecida infraestructura de Internet y de una burocracia que sigue funcionando en buena parte en papel.
La investigación de la generación de energía a base de hidrógeno, la ampliación de la movilidad eléctrica y no por motor de combustión, o el desarrollo de una educación más enfocada en las herramientas digitales son algunos de los puntos fundamentales del plan de inversión alemán. “La protección del clima es el mayor desafío de nuestro tiempo”, ha dicho el ministro Scholz para dejar claras las prioridades del gobierno federal.
