El Sabadell ganó 73 millones de euros entre enero y marzo, con lo que volvió a beneficios después de registrar pérdidas de 201 millones en el cuarto trimestre del año pasado. El banco deja así atrás un mal 2020, en el que solo ganó dos millones a causa de los 220 millones de pérdidas de su filial británica TSB y de los 2.275 millones en provisiones que realizó para afrontar futuros impagos por la pandemia, financiar ERE en España y Reino Unido, y cubrir minusvalías en la venta de carteras de activos tóxicos. El resultado del primer trimestre es un 22,1 % inferior al de un año antes.

El nuevo consejero delegado, César González-Bueno, aseguró ayer que la entidad tiene «margen de mejora, especialmente en costes» en su negocio de banca de particulares en España. El anuncio se produce apenas unos meses después de que el banco pactase en noviembre con los sindicatos la salida de 1.800 trabajadores en el país (11% de la plantilla), que se ha ejecutado en los primeros meses de este año.

El directivo evitó descartar nuevos ERE en el futuro y emplazó a la presentación del nuevo plan estratégico el próximo 28 de mayo para detallar cómo recortará los gastos.