El mercado inmobiliario está superando la crisis económica provocada por la covid prácticamente sin impacto contra todo pronóstico. Un informe del Banco de España subraya la resistencia de la construcción por el bajo endeudamiento del sector y de los compradores y los criterios de concesión de créditos frente a lo que pasó hace 13 años con el estallido de la burbuja inmobiliaria. El análisis del supervisor bancario destaca que lejos de un colapso de precios el sector ha sufrido un leve ajuste en la Comunitat Valenciana del 2,5 % en viviendas de segunda mano. El coste de la obra nueva, según el INE, ha subido un 6,5 %.
En el informe «El impacto de la crisis sanitaria de la covid-19 sobre el mercado de la vivienda en España», el Banco de España explica que desde el verano pasado «con el levantamiento parcial de las restricciones» la actividad comenzó a recuperarse y los precios de la vivienda no han mostrado «caídas generalizadas en un contexto de ausencia previa de grandes desequilibrios y de una posición financiera de los hogares más sólida respecto a la que tenían en los años anteriores a la crisis de 2008».
El análisis señala que los indicadores más representativos del sector cayeron bruscamente en el segundo trimestre de 2020 (cuando toda la actividad de comercialización inmobiliaria estuvo parada por el confinamiento). Esta situación y la imposibilidad de los extranjeros de comprar segundas residencias provocaron que en el conjunto del año las ventas cayeran un 21 % en Valencia, un 23 % en Castelló y un 24 % en Alicante. A partir del segundo semestre, las transacciones repuntaron, pero no compensaron el parón del confinamiento de primavera.
El estudio del Banco de España sostiene que en el caso del empleo el sector de la construcción «se está viendo menos perjudicado por los efectos de la pandemia de la covid en comparación con otros como refleja la menor incidencia de los expedientes de regulación de empleo».
El análisis insiste en que, «por el momento, el ajuste de los precios de la vivienda no está siendo tan intenso como en la crisis financiera global. Esto se debe a un menor sobredimensionamiento del sector inmobiliario, a un menor endeudamiento y a unos criterios de concesión de crédito más rigurosos que en aquellos años». El supervisor bancario incide en que han sido clave los ERTE ya que han evitado «una destrucción mayor del tejido productivo y del empleo y han permitido el sostenimiento de las rentas de las familias. Estas medidas han evitado, por el momento, un aumento de los créditos dudosos y la necesidad de ventas forzosas con una traslación a los precios».
Bajo control
Los analistas del Banco de España precisan que los precios de la vivienda «continuaron la senda de desaceleración previa a la pandemia en el segmento de la vivienda usada. Por su parte, el precio medio de la vivienda nueva se aceleró en el segundo semestre desde 2020 hasta alcanzar un nuevo máximo en términos nominales (registrado en el tercer trimestre de 2008), coincidiendo con una alta demanda y una oferta reducida. No obstante, en términos reales, el precio de la vivienda se sitúa casi un 10 % por debajo del nivel máximo que alcanzó en 2007».
La política monetaria expansiva se ha traducido en un descenso de los tipos de interés del mercado y de los costes de financiación. En concreto, el tipo de interés aplicado a los nuevos préstamos hipotecarios se ha reducido en cerca de 30 puntos básicos desde el inicio de la crisis sanitaria hasta el 1,5 % en marzo de 2021 (último dato disponible), «lo que supone el mínimo histórico», según revela el informe del Banco de España.
En la misma línea, la plataforma Idealista informó ayer de que la pandemia no ha hecho aflorar más vivienda asequible. En València, las viviendas de menos de 100.000 euros representaban en febrero de 2020 el 17,8 % y en marzo de 2021 eran el 17 %, y los pisos de menos de 200.000 euros suponían el 59,7 % antes de la pandemia y ahora son el 58,6 %. Es decir, en la capital del Túria no están bajando los precios.
La familia Calabuig, propietaria de Global Omnium (antigua Aguas de Valencia), promueve un edificio de 31 viviendas en una de las últimas parcelas libres frente al antiguo cauce del río Túria. El solar está ubicado en el número 55 del paseo de la Petxina (junto a la antigua cárcel de mujeres, que ahora es un colegio) y está previsto que las obras arranquen en julio y terminen en abril de 2023. Los Calabuig (que tienen negocios inmobiliarios que comercializan a través de H&D) compraron a Vía Célere los terrenos hace dos años a través de la firma Fomento Urbano. Fuentes cercanas al proyecto explicaron que está previsto que las llaves se entreguen en julio de 2023.
La promoción (que se llama Mirador del Túria) está compuesta por 31 viviendas (tres de ellas áticos), 31 garajes y 31 trasteros. El edificio tiene cinco alturas y los inmuebles serán de 1, 2 y 3 dormitorios.
H&D (Hogares con Diseño) está a punto de entregar otra promoción de 14 viviendas en la calle Martín el Humano. Los trabajos terminan este mes y la entrega de llaves será en octubre.
Ademas, comercializa otro edificio de 29 viviendas junto al colegio Jesús y María y a escasos metros de la Gran Vía Fernando el Católico. Las obras de la promoción arrancaron en septiembre y está previsto que acaben en julio de 2022.
