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La crisis pasa factura a las rurales y reducen beneficios un 29 % hasta marzo

La Central de Orihuela supera en resultados a la primera rural de España, Cajamar, y Caixa Popular se queda muy cerca

Sede de Cajamar Levante-EMV

La crisis del coronavirus ha empezado a hacer mella de forma considerable en los resultados de las cajas rurales de la Comunitat Valenciana. Si estas entidades cerraron 2020 con un descenso en su beneficio de solo el 18,6 % (la gran banca terminó el año en números rojos), el primer trimestre de 2021 les ha hecho topar con la dura realidad de esta pandemia y sus efectos entre su clientela, tanto empresas como particulares. Los datos hechos públicos ayer por la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (Unacc) ponen de manifiesto que las ganancias de las treinta entidades que tiene la autonomía se redujeron entre enero y marzo a 6,4 millones de euros, lo que implica un descenso del 28,9 % en relación a los 9 millones del primer trimestre de 2020, un período que fue de relativa normalidad hasta que a mediados de marzo el Gobierno declaró el estado de alarma y confinó a la mayoría de la población para luchar contra la covid.

Ocho firmas

Pese a todo, si al cierre de 2020 eran solo cinco las cooperativas que habían elevado sus resultados, en el primer trimestre de este 2021 dicha cifra se eleva a ocho, sin incluir a la rural de Vinaròs, que mantuvo sus ganancias sin cambios en 180.000 euros. Entre las entidades financieras de este sector para las que la crisis parece no pasarles factura, o al menos de forma relevante, destaca de forma singular Caixa Popular, que elevó sus beneficios en un 32,3 % y alcanzó los 2,78 millones de euros. La otra gran cooperativa autóctona, la Central de Orihuela prácticamente se quedó igual -la subida fue del 0,09 %- pero los 3,13 millones que ganó en el periodo citado la sitúan por encima de Cajamar, la mayor cooperativa de crédito de España. Esta última tiene su sede en Almería, pero buena parte de su negocio lo obtiene en la Comunitat Valenciana después de las absorciones que efectuó durante la Gran Recesión y gracias también a que en su grupo cooperativo están integradas dos decenas de rurales de la autonomía. Cajamar ganó hasta marzo 2,8 millones de euros, con un descenso del 80 % respecto de los 14,1 de un año antes. Se ve superada en beneficios por la Central de Orihuela y Caixa Popular se sitúa muy cerca, a menos de 60.000 euros.

Si se suman los resultados de Cajamar al del conjunto de rurales valencianas, el total asciende a 9,2 millones de euros, con un descenso del 60 % respecto de los 23,1 millones registrados hace un año.

San Isidro

La rural de la Vall San Isidro, que en 2016 llegó a registrar pérdidas de 3,2 millones de euros y que después acabó integrándose en el grupo Solventia, liderado por la cooperativa de crédito extremeña de Almendralejo, registró unas ganancias de 235.000 euros. La entidad con sede en la Vall d’Uixó experimenta, por tanto, un incremento del 179,6 % respecto de los 84.000 euros de un año antes.

Exceptuando a esta última, las otras cinco rurales que han elevado sus beneficios en el período, junto a las ya citadas Central y Caixa Popular, son entidades independientes de cualquier grupo cooperativo, aunque las de Almassora, Benicarló y les Coves de Vinromà son socios, como la de Vinaròs, del Banco de Crédito Social Cooperativo, una firma liderada por Cajamar y de la que forman parte también las rurales valencianas de su grupo cooperativo.

Varias cooperativas han obtenido unos resultados tan cortos que han bordeado los números rojos. El caso más claro de ello es la rural de Vilafamés, cuyas ganancias se han quedado en 3.000 euros, tras un descenso del 72,8 %. En una situación parecida se ha situado la cooperativa de Almenara, con unos beneficios de solo 5.000 euros, un tercio solamente de los 15.000 que obtuvo en el primer trimestre de 2020.

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