E l Ibex 35, el principal índice de la Bolsa española, bajó ayer un 1,8 %, el mayor descenso desde abril, con lo que encadena cuatro sesiones en rojo y acumula una caída del 1,89 % en el conjunto de la semana, el retroceso semanal más acusado desde febrero. El selectivo se dejó 165,3 puntos en la sesión y cerró en 9.030,6 enteros, por debajo del nivel de los 9.100 puntos. En lo que va de año, aún avanza un 11,8 %.

La sesión estuvo marcada por la llamada «cuádruple hora bruja» (vencimiento de los contratos trimestrales de opciones y futuros sobre índices y acciones), que suele generar volatilidad, y por la digestión de los mensajes que trasladó el miércoles la Reserva Federal estadounidense (Fed), que han intranquilizado a los inversores.

Dentro del Ibex, los mayores descensos correspondieron a Acerinox (del 10,04 %), que paga la decisión de Nippon Steel de reducir su participación en el capital, y a Acciona (del 6,89 %), que fijó el jueves la horquilla de precios para la salida a bolsa de su filial de renovables. La evolución de los bancos también pesó en la caída del selectivo. CaixaBank bajó un 3,86 %, el tercer mayor retroceso del Ibex.