El proceso es incesante y todavía no ha llegado a su final. En el último año, coincidiendo con el tiempo de la pandemia de coronavirus, la Comunitat Valenciana ha visto cómo cerraba casi el 9 % de su red de oficinas bancarias. En concreto, un 8,6 % menos, según los últimos datos del Banco de España, correspondientes al cierre del primer trimestre de 2021. A 31 de marzo de este año, la autonomía contaba con 2.104 sucursales de entidades financieras. Se trata de 53 menos que a diciembre de 2020 y de 196 por debajo de las 2.300 que tenía al finalizar el primer trimestre de 2020, poco después del confinamiento general por el primer estado de alarma.
La reducción forma parte de un proceso iniciado con la Gran Recesión, cuando se produjo la gran concentración en la banca y la desaparición de buena parte del sistema financiero valenciano. En 2008, la autonomía disponía en su territorio de 5.061 oficinas de entidades de depósito. Por tanto, estamos hablando de la pérdida de más de la mitad de la red de sucursales. De hecho, el descenso es del 59 %.
Es una dinámica que no se va a detener en los próximos meses, singularmente porque la nueva CaixaBank proyecta el cierre de unas 1.500 sucursales en toda España como consecuencia de la absorción de Bankia. Ambas entidades tenían una amplia red en la Comunitat Valenciana. CaixaBank se encuentra en estos momentos en el tramo final de la negociación del ERE a su plantilla que inicialmente iba a afectar a 8.291 trabajadores y que, por ahora, ha bajado a 6.950. Queda por ver en qué medida afecta esa reducción a la red de oficinas.
Todo el sector financiero, al margen de fusiones, que son la gran excusa para elevados recortes, se encuentra en pleno proceso de reducir su presencia física en las calles conforme avanza el proceso de digitalización de su clientela y sigue sin mejorar el negocio bancario como consecencia de los bajos tipos de interés y la expectativa de que seguirán así durante mucho tiempo.
CaixaBank finaliza la integración de la marca en su red
CaixaBank ha finalizado el proceso de sustitución de la marca Bankia en las oficinas ‘retail’, según informó ayer la entidad en un comunicado. Los trabajos han supuesto el cambio de la rotulación interior y exterior de más de 2.100 oficinas, así como la personalización de la imagen de los cajeros ubicados en las mismas. La unificación de imagen, que finalizó a principios de mes según el calendario previsto, se ha realizado de forma progresiva desde comienzos de abril y hasta alcanzar el conjunto de la red en toda España. Este proceso se inició tras producirse la fusión legal de ambas entidades con la adaptación de la imagen de marca en los edificios corporativos, entre ellos la sede de Bankia en València.
