Los ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE) aprobaron este lunes el acuerdo logrado el pasado viernes entre las instituciones europeas sobre la Política Agrícola Común (PAC) que se aplicará entre 2023 y 2027.

En una reunión en Luxemburgo, el Consejo de ministros de Agricultura aprobó ese pacto, que aún deberá votar el Parlamento Europeo.

"Es la mayor reforma de la PAC desde los 90. Teníamos la ambición de lograr una agricultura más sostenible, justa, inclusiva y que nos dé autonomía estratégica y lo hemos logrado", dijo durante la reunión la ministra de Agricultura de Portugal, Maria do Céu Antunes, cuyo país preside la UE este semestre.

Por su parte, el ministro de Agricultura y Pesca español, Luis Planas, dijo este lunes a Efe que el acuerdo "coincide con los intereses de España".

"Podríamos decir que este acuerdo coincide con los intereses de España y también con los de la Unión Europea. Calificamos el acuerdo de bueno y lo vamos a apoyar", dijo Planas antes del Consejo de Agricultura que se celebra hoy en Luxemburgo y en el que el ministro confió que se de el visto bueno definitivo al pacto.

En concreto, Planas dijo que el acuerdo alcanzado la semana pasada, tras tres años de negociaciones, permite "mantener un equilibrio entre la rentabilidad de las explotaciones agrarias y ganaderas y el compromiso ambienta y contra el cambio climático" hasta 2027.

Además, consideró positivos "los elementos de flexibilidad y subsidiariedad necesarias para aplicarlos a los planes estratégicos y (...) y además hacer este cambio de la mano de los agricultores, que nos parece absolutamente fundamental".

Sin embargo, el ministro no puso fecha aún a la reunión sectorial con los agricultores para elaborar los planes nacionales que Bruselas obliga a presentar para poder recibir las ayudas de la PAC.

"Vamos a concluir hoy el acuerdo y a partir de ese momento, espero en las próximas semanas poder reunir a la conferencia sectorial para lograr un acuerdo de aplicación en España de la PAC", dijo Planas.

El ministro calificó también como un buen punto del acuerdo los pagos redistributivos y su nivel mínimo "como los pagos a jóvenes" y lo relativo a las ayudas acopladas.

"Son instrumentos, creemos, muy oportunos para el próximo periodo y que entran plenamente dentro del diseño que habíamos efectuado desde España", aseguró.

Ecoesquemas

El acuerdo alcanzado el pasado viernes entre las instituciones comunitarias logró desencallar los puntos principales de las negociaciones, entre ellos, los ecoesquemas.

Se llegó a un pacto para destinar el 25% del primer pilar (pagos directos) a este instrumento que quiere incentivar las prácticas agrícolas y ganaderas que tengan un impacto más beneficioso para el clima y el medio ambiente.

También se decidió que solo las explotaciones que respeten los derechos laborales recibirán ayudas agrícolas, lo que empezará a aplicarse con carácter voluntario a partir de 2023 y obligatorio desde 2025.

Además, los Estados miembros repartirán al menos el 10% de las ayudas a las explotaciones agrícolas más pequeñas y los países tendrán que explicar en sus planes estratégicos cómo planean hacerlo.

Asimismo, se fijará un nuevo nivel mínimo obligatorio de apoyo a los jóvenes agricultores, que será del 3% de los presupuestos de los países para el apoyo a la renta de la PAC.

Se decidió también que al menos el 3% de la tierra cultivable se dedicará a la biodiversidad y todos los humedales estarán protegidos y "al menos" el 35% de las ayudas del segundo pilar (Desarrollo Rural) se destinarán a cuestiones medioambientales.

Aunque está previsto que hoy se de el visto bueno a la PAC, los ministros continuarán mañana las discusiones sobre agricultura, en el que España "llamará la atención" sobre la situación de los mercados y en concreto sobre "dos que nos preocupan particularmente".

Uno de ellos el relativo al incremento del precio de las materias primas en el mercado ganadero. "La situación creada de la disminución de la rentabilidad en todos los sectores ganaderos es una preocupación que tenemos en España", explicó.

Y en segundo lugar, la situación del mercado del tomate y como las importaciones de países terceros afecta a la producción española en materia de precios y de superficie cultivada.

Planas también va a defender ante la Comisión Europea la necesidad de llegar a "un acuerdo ambicioso" respecto a los polinizadores, en particular, las abejas.

"El problema de la situación sanitaria de los polinizadores, el rango de mortalidad es un elemento fundamental para la biodiversidad, pero también para el conjunto de la actividad natural y agraria en el conjunto de la UE".