La negociación para el expediente de regulación de empleo (ERE) de CaixaBank entra en su fase final. La dirección de la entidad ha rebajado a 6.750 los despidos para tratar de llegar a un acuerdo con los sindicatos, 200 menos que en la última oferta. Pese al movimiento, las negociaciones no están cerradas y ayer continuaban las reuniones entre ambas partes. Mientras tanto, a las puertas de las oficinas y sucursales del grupo bancario se desarrolló la segunda jornada de huelga desde que se iniciaron las conversaciones por el ERE, cuyo seguimiento las centrales cifran entorno al 90%. La dirección del banco prefirió no cuantificar la incidencia ni entrar en «guerras de cifras».

El objetivo de las centrales es rebajar más la última cifra de despidos. Ahora mismo las partes están en 6.750 despidos; 200 menos que al comenzar la jornada y 1.541 menos respecto a los 8.291 ceses en los que empezó la negociación hace un mes y medio. El ERE de CaixaBank está llamado a cerrarse como el segundo más grande de la historia de España y el más abultado del sector. Los sindicatos también aprietan para que las salidas sean voluntarias, renunciando la empresa a exceder el cupo de ceses en aquellas provincias donde no se apunte suficiente gente para salir. Según fuentes sindicales, la empresa estaría estudiando como seguir reduciendo las bajas -los sindicatos han deslizado una cifra aceptable entorno a los 6.300-, aunque de momento no ha habido avances definitivos sobre esta cuestión. Hubo concentraciones en ciudades como Madrid, Barcelona, València, A Coruña, Granada Sevilla o Zaragoza, cuyo seguimiento los sindicatos cifraron en el 90% y con cierres de hasta el 100% en varias provincias.