Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Feria València se transformará en una empresa pública antes de que finalice el año

Ambas partes se reunirán la semana que viene con el ayuntamiento y los empresarios para perfilar los detalles

Enrique Soto, Joan Ribó y Luis Martí, ayer, durante el patronato ferial. | LEVANTE-EMV

Como Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, que tardaron dos días en escenificar un acuerdo de gobierno cuyo rechazo previo por los socialistas había conducido a unas segundas elecciones generales en 2019, ha bastado que la Abogacía de la Generalitat tumbara, tal como adelantó el pasado viernes este diario, el proyecto de decreto ley de la Conselleria de Economía (Compromís) sobre el futuro modelo ferial para que este departamento y el de Hacienda (PSPV) se hayan puesto de acuerdo tras meses desencuentros.

Antes de que finalice 2021, Feria València -y la alicantina IFA- se habrá convertido en una empresa pública, tal como acordó ayer por unanimidad el patronato de la institución y anunciaron al término del encuentro el subsecretario de Economía, Natxo Costa, y la secretaria autonómica de Modelo Económico, María José Mira. Se acabó el disenso. La propuesta de Economía, la opción de convertir las ferias en corporaciones de derecho público como las cámaras, no servía, como concluyó la Abogacía, para resolver el problema de la deuda y al final se optará por una firma pública, tal como venía defendiendo Hacienda.

La semana que viene, como adelantó ayer este diario, se ha convocado una reunión entre ambas consellerias a las que se invitará al Ayuntamiento de València y a los presidentes de la patronal CEV, Salvador Navarro, y de la Cámara, José Vicente Morata, para analizar más a fondo la cuestión y perfilar detalles, algunos de los cuales fueron adelantados ayer por Mira y Costa. Queda por determinar si se crearán dos sociedades públicas, una para cada entidad ferial, al estilo de Mercavalencia, que, como dijo Costa, también se dedica a comercializar espacios, o bien, como FGV, será una firma con dos divisiones. Lo que está claro es que tomará la forma de una mercantil pública para mantener el actual modelo de gestión tanto a la hora de realizar contrataciones y en cuanto al personal, dado que es una fórmula que no precisa funcionarios, tal como explicó Mira, quien adelantó que la plantilla de Feria València quedará subrogada en la nueva entidad. Ello no obsta, como coincidió con ella Costa, para que dentro de un tiempo, si es necesario, se acometa un «ajuste de estructura», una opción, la del recorte de personal, que en estos momentos no barajan.

Organización

La nueva mercantil mantendrá, asimismo, las opciones actuales a la hora de organizar certámenes, es decir, permitirá la participación de entidades privadas, ya sea organizaciones empresariales sectoriales, como sucede con Ascer y Cevisama, u operadores que alquilen espacios para celebrar un certamen. Costa explicó también que el 100 % de la empresa pertenecerá a la Generalitat, pero, como sucede en Cacsa o Aerocas, en los órganos de gobierno se dará entrada al sector privado. «Tienen que estar las empresas», dijo y añadió que el actual patronato desaparecerá, pero, al margen del consejo de administración y el comite de dirección, la firma podría tener un consejo asesor. Sí se mantendrán los comités organizadores, obligatorios en las ferias internacionales.

La transformación de la actual institución ferial en una empresa pública se hará por decreto-ley y permitirá cancelar la cuenta acreedora que pesa ahora sobre la entidad -por 474 millones de euros- fruto de la subrogación de su deuda por parte de la Generalitat. Sin esta vía, Feria València se encontraría en causa de disolución. Como empresa pública, la administración autonómica se hace cargo de sus activos y pasivos.

Pérdidas de 3 millones en 2020 y equilibrio presupuestario en 2021

Feria València cerró 2020 con unas pérdidas de tres millones de euros por culpa de la covid, que no fueron más porque su principal certamen, Cevisama, se celebró en febrero, justo antes del confinamiento general. De ahí que los ingresos se redujeran solo un 45,4 %, hasta 12,7 millones. El resultado bruto de explotación fue positivo en casi 200.000 euros. Y es que los gastos, gracias sobre todo al ERTE a la plantilla, cayeron un 40,6 %, hasta 12,5 millones. El patronato aprobó también el presupuesto para 2021 y, según explicó la secretaria autonómica de Modelo Económico, María José Mira, está equilibrado gracias a que incorpora 5 millones de ayudas públicas autorizadas por Bruselas. El patronato también dio el visto bueno a una serie de inversiones, como los cerca de 600.000 euros para arreglar el techo del pabellón siete y otra partida para digitalización.

Compartir el artículo

stats