L os puertos son operadores esenciales que garantizan que los alimentos, el combustible y las materias primas, así como los productos manufacturados y los componentes vitales para el mantenimiento del empleo, sigan llegando a los destinos previstos. Por lo tanto, igual que existen continuas iniciativas para mantener formados y preparados a todos sus profesionales para la gestión y operación del día a día, es necesario que estos profesionales estén también bien formados y asesorados para poder seguir gestionando y operando el puerto en caso de una pandemia. ¿Por qué? Porque estratégicamente es vital que así sea, no sólo para ellos, sino para toda la sociedad.

En este marco, es evidente que los gestores y actores portuarios deben ir más allá del cumplimiento de la normativa para garantizar la salud de las personas que trabajan en sus instalaciones. El rápido estallido de una pandemia cambia y modifica nuestro comportamiento en todos los ámbitos, tanto en el hogar como en el trabajo. En esta situación de crisis se genera una gran cantidad de información, cambios en la normativa, protocolos, recomendaciones, etc. Este exceso de información dificulta enormemente su correcta gestión, sobre todo a la hora de intentar aplicarla, por lo que puede repercutir negativamente en la toma de decisiones. En este contexto, los puertos llevan a cabo sus operaciones con el apoyo de las autoridades, que reconocen su papel esencial en la cadena logística y, por tanto, en su rol de mitigar los impactos del coronavirus.

A pesar de que muchos puertos no han reportado impactos significativos en las operaciones de carga, la mayoría coinciden en que es mucho más efectivo ser proactivo que reactivo. Ejemplo de ello son la elaboración de iniciativas y planes de acción como el proyecto europeo ‘STAMINA’, financiado por el programa Horizonte2020, cuyo objetivo es proponer tecnologías de apoyo a la toma de decisiones para la gestión de pandemias, o el curso elaborado para la Naciones Unidas sobre ‘Gestión de pandemias en puertos’ ambas iniciativas en las que participa activamente la Fundación Valenciaport. Todas estas acciones van encaminadas a apoyar la toma de decisiones en los puertos para garantizar la salud de sus trabajadores y usuarios; garantizar el funcionamiento de la cadena logística internacional y del puerto como eslabón estratégico de la misma; mejorar la gestión de las personas atendiendo a su estado de estrés y emocional en situaciones de pandemia; y facilitar la preparación de las capacidades de los gestores de los puertos para implementar los protocolos o planes de acción que garanticen la seguridad sanitaria de operadores, usuarios y visitantes.

Si en situaciones normales un puerto está siempre al servicio de la comunidad portuaria, de su ciudad, de su hinterland y de su país, en situaciones excepcionales aún más.