Los viajeros más madrugadores que este jueves tomaban uno de los (cada vez más) aviones que despegan desde el aeropuerto de Manises se han visto sorprendidos por el trajín que presentaba la terminal valenciana. A primera hora de la mañana, la imagen parecía la de un aeropuerto en pleno periodo estival, con centenares de turistas caminando por las terminales. Sin embargo, la estampa era bien distinta, según denuncia un usuario a este diario.

En uno de los controles de acceso a la zona de embarque, solo dos arcos de seguridad estaban operativos, creando importantes colas en la zona en la que el personal de seguridad trabaja junto a la Guardia Civil. Pablo Pérez se ha visto sorprendido por la aglomeración de personas que se acumulaba en el interior de la terminal sin que hubiese "nadie controlando los accesos" para evitar que se amontonasen los viajeros y se complicase el cumplimiento de las medidas de higiene para prevenir contagios de coronavirus.

Pérez se mostraba indignado ante la ausencia de "control sanitario" frente a las restricciones que deben cumplir bares y restaurantes como los que regenta. Según ha asegurado, al poner la hoja de reclamaciones el personal del aeropuerto le ha asegurado que están "con la plantilla al mínimo". Una situación difícil de imaginar en cualquier otro verano previo a la pandemia. A media tarde, en otra estampa inusual en verano, el aeropuerto de Manises estaba prácticamente vacío.