El eurodiputado de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) Jordi Solé se ha reunido esta semana con dirigentes de la Comissió Ciutat-Port para denunciar el proyecto de ampliación del Puerto de València, que considera «muy agresivo con el entorno y que servirá para duplicar su capacidad de movimiento de contenedores». Así se expresa el político catalán en su cuenta de Twitter tras el encuentro celebrado en la capital del Túria con responsables de la organización formada por grupos vecinales, sociales y movimientos ecologistas, quienes pretender paralizar el proceso de construcción de la nueva terminal de contenedores, a la que aspira la naviera MSC y que requerirá una inversión de unos 1.100 millones de euros.
No es la primera vez que ERC sale al paso en contra de los intereses comerciales del Puerto de Valencia, abierto competidor del de Barcelona en el transporte marítimo de mercancías en esta parte del Mediterráneo occidental.
El grupo parlamentario de ERC en el Congreso de los Diputados, a través de Xavier Eritja y Pilar Vallugera, ya formuló en julio de 2020 una larga batería de preguntas al Gobierno de España sobre la situación del Puerto de València, su zona de actividades logísticas (ZAL), el acceso norte terrestre e incluso del espacio de usos de la Marina Real de València. ERC instó incluso al Ejecutivo de Pedro Sánchez a plantearse la «suspensión cautelar» del proyecto de ampliación del recinto del Grao. Los recelos de ERC hacia las nuevas infraestructuras que planifica el Puerto de València se producen mientras el de Barcelona renunció a principios de 2020 a construir otra terminal porque el mercado no garantiza una demanda suficiente para justificar la inversión, tanto desde el punto de vista económico como medioambiental. Con todo, la Autoridad Portuaria de Barcelona sigue adelante con la construcción de nuevas explanadas en el muelle Prat, donde se ubica la terminal de contenedores Best, de Hutchison Port Holdings, la más importante del emplazamiento catalán.
