Glovo contratará directamente a 2.000 repartidores para formar una flota propia y adaptarse así a las nuevas exigencias de la ‘ley Rider’, que entra en vigor el próximo 12 de agosto. La plataforma digital da así un giro drástico en su modelo laboral, pues hasta ahora se había mostrado totalmente en contra de incorporar en plantilla a sus ‘riders’, y es la primera del sector que transita de un modelo de autónomos a uno con una flota de asalariados. De momento, la empresa declina explicar las condiciones de esos repartidores contratados de forma directa más allá de que «la mayoría» estará a 40 horas semanales.

No desaparecerán los trabajadores por cuenta propia de las flotas. Para atender los picos de demanda, la compañía derivará parte de sus pedidos a repartidores con estos contratos. Es decir, apuesta por un modelo mixto en el que el día a día lo asumirán esos 2.000 repartidores asalariados y en nómina, que se verán reforzados durante los fines de semana o las horas de más trabajo con repartidores autónomos, que abrirán la aplicación de Glovo y aceptarán o no los pedidos que la aplicación les vaya ofreciendo. Hasta ahora Glovo operaba con unos 10.000 repartidores autónomos.