Ford dio la sorpresa en la madrugada del miércoles al reportar unos beneficios netos de 3.823 millones de dólares en los seis primeros meses de 2021, cuando en el mismo periodo de 2020 perdió 876 millones de dólares, gracias a la elevada demanda de sus modelos más rentables, como la camioneta «pickup» y el todocaminos SUV que comercializa en EE UU.

Ford alcanzó esa cifra en el primer semestre tras obtener unos beneficios netos de 561 millones de dólares durante el segundo trimestre del año a pesar de que inicialmente había previsto pérdidas para ese periodo, especialmente por la crisis de semiconductores.

El fabricante de automóviles afirmó que esa escasez de chips que ha provocado problemas de producción en todo el sector no tuvo efectos tan negativos como había temido inicialmente, cuando cifró en 2.500 millones de dólares en 2021 las posibles pérdidas por la falta de semiconductores.

Con los beneficios del primer semestre y la mejora de las perspectivas de producción, Ford elevó sus expectativas de ganancias para el conjunto de 2021 a una horquilla de entre 9.000 y 10.000 millones de dólares, unos 3.500 millones de dólares más que lo previamente anunciado.

En Europa vendió 460.000 unidades, un 4 % más, y los ingresos se situaron en 12.700 millones de dólares, un 28 % más que en 2020.