Dicen que “el primer paso no te lleva a donde quieres ir, pero te saca de donde estás”. Y esto mismo sucede con las criptomonedas. Las oscilaciones que ha tenido bitcoin desde sus inicios han sido constantes y seguirán siéndolo. En octubre de 2020 rozaba los 10.500 dólares y en abril de ese mismo año alcanzaba un máximo histórico de 63.500 dólares. 

 En febrero de 2021, Elon Musk, el CEO de Tesla decidió invertir 1.500 millones de dólares en bitcoin, casi el 10% del valor de la compañía. Aunque luego publicó algunos tweets en contra que hicieron perder su valor. Veremos qué sucede en el futuro próximo, ya que recientemente ha vuelto a posicionarse a favor.

 Lejos de estos vaivenes, la pregunta que hay que hacerse no es, cuánto vale un bitcoin.  Sino, para qué se creó y qué problemas resuelve.

 Cuando el 3 de enero de 2009 se produjo la primera transacción en bitcoin el mensaje que llevaba incorporado fue “Chanceller on Brink of Second Bailout for Banks”(Canciller al borde de un segundo rescate bancario). 

 Es decir, su nacimiento estuvo motivado como una alternativa a un sistema financiero que no funcionaba. Recientemente hemos vivido una corrección en cuanto a su precio que ha puesto patas arriba a todas aquellas personas que se acercan a las criptomonedas con ánimo de especular y de obtener más fiat.

 Sin embargo, bitcoin mantiene los criterios y premisas por los que fue creado y estos, no han variado y permanecen inmutables. Se trata de un sistema transparente, auditable y predecible. Que resiste a la censura, ya que nadie puede parar bitcoin, ni apagarlo, ni evitar que otra persona participe en la red. 

 Sin premiso, un usuario no necesita pedir permiso para comenzar a utilizar el sistema. Autosoberano, porque el usuario es dueño de su propio dinero y no necesita depender de un tercero de confianza. Por lo que puede cruzar fronteras con sus bitcoin. 

 Es divisible, se puede dividir en pequeños incrementos que pueden ser utilizados a cambio de bienes de diferentes valores. Además es portátil porque puede ser llevado donde se quiera y fungible porque todas las unidades son esencialmente intercambiables. 

 Es un modelo seguro. Mucho más que el sistema tradicional de monedas, ya que no puede ser falsificado ni duplicado, gracias a una sofisticada combinación de técnicas criptográficas probadas y de blockchain que suponen la red computacional más grande del mundo. Y por tanto, sin ninguna entidad central que pueda tomar decisiones unilaterales.

 Es un sistema que no tiene inflación. La emisión de nuevos Bitcoins se reduce con el tiempo y se detendrá en los 21 millones de bitcoins, esto evita la principal causa de la inflación en las divisas tradicionales. 

 Por tanto, para entender a lo que nos enfrentamos con las criptomonedas, es necesario dejar a un lado la especulación. Porque se trata de la verdadera cuarta revolución industrial, un cambio de paradigma en el sector económico con un potencial difícil de medir y que ha tomado forma por el deteriorado sistema financiero que tenemos en la actualidad. Realmente nos enfrentamos a un cambio de mentalidad tan importante como el de la democratización del acceso a la información que supuso Internet. 

 Pero, esto es difícil de digerir, y tardaremos años hasta que las personas que se acerquen a las criptomonedas lo hagan sin ánimo de especulación y el propio sistema aterrice y no sea tan volátil. Precisamente por la incertidumbre que existe en torno a cuándo y cómo colapsará el sistema fiat

 Y para ello, probablemente falten años, pero cada vez menos, porque poco a poco va habiendo una mayor adopción a las criptomonedas tanto de las personas como de las compañías, las entidades y la propia sociedad. Esta adopción, nos acerca a un uso de las mismas más democrático, sencillo y universal. 

 La última compañía en hablar de criptoactivos ha sido Amazon que podría aceptar el pago con criptodivisas en su tienda on line a finales de 2021 y preparar su propia moneda digital a finales de 2022. Pero, está claro que muchos son los que están sepultando las criptomonedas antes de haber nacido. 

 *CEO de Criptan