El pasado martes 1 de junio se puso en marcha una nueva factura de la luz en España que hace que el recibo dependa en mayor medida de la hora del día a la que los usuarios realizan el consumo. Es decir, será mucho más barato poner una lavadora un fin de semana que hacerlo un lunes a las 11 de la mañana. El objetivo no es reducir el precio de la electricidad que pagan los consumidores, sino evitar tensionar la red trasladando el consumo de las horas con más demanda a las horas con menos. Y, para ello, se ha diseñado un nuevo mecanismo para dar una señal de precios al usuario con el fin de que este sea más eficiente.

Quienes más han notado el nuevo sistema en su recibo son los 10,7 millones de hogares del mercado regulado. Todos ellos, sin excepción, tendrán discriminación de precios (punta, llano y valle) en tres periodos.

Horas punta

El periodo punta, en el que el coste de los peajes y los cargos es más alto, está comprendido de lunes a viernes entre las 10 y las 14 horas y las 18 y 22 horas.

Horas llano

El tramo llano (un 69% más barato) se sitúa entre las 8 y las 10 horas, las 14 y las 18 horas y entre las 22 y 24 horas, también de lunes a viernes.

Horas valle

La tarifa valle (un 95% más barata que la punta) se ubica entre medianoche y las 8 de la mañana de lunes a viernes, y durante todas las horas de los fines de semana y festivos.

Ojo con la factura

"Consumir en hora punta será 2,5 veces más caro que en llano y en llano 1,7 veces más caro que en valle", explica Mario Berná, socio de la consultora especializada en energía Ingebau. "Hay mucha diferencia entre las horas caras y las horas baratas", añade. Según el Gobierno el precio de la factura no variará para los consumidores a partir del próximo martes, ni para bien ni para mal, y solo beneficiará a la larga a quienes sean capaces de trasladar su consumo energético a las horas valle.

Sin embargo, según los cálculos de Ingebau, el cambio se podría traducir en que un consumidor medio verá reducido su recibo en 1,3 euros al mes de media, pero quienes actualmente tienen discriminación horaria (1,2 millones de hogares), es decir, ya realizan una gestión eficiente de su consumo tendrán una factura 5 euros de media más cara al mes.

Mercado liberalizado

Esta reforma se produce tras un cambio en la metodología de cálculo de los peajes (coste de la red de transporte y distribución) y cargos (coste de las primas a las renovables, extrapeninsulares y déficit acumulado del sistema eléctrico) que los consumidores pagan en el recibo de la luz junto al precio de la electricidad, los impuestos y el alquiler del contador.

Los 16 millones de hogares que están en el mercado libre, en el que los consumidores tienen un precio acordado con su comercializadora, la compañía puede que no les traslade dicho cambio, según fuentes del Gobierno. "Lo que les aconsejamos es que miren su factura, términos y condiciones, miren qué término fijo o variable le repercute la comercializadora en su mercado y comparen cuánto pagaría en PVPC (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor)", indican desde el Ejecutivo.

En conjunto y si el cliente no cambia sus pautas de consumo, la universalización de la discriminación horaria beneficiará a los 19 millones de consumidores domésticos que ahora no la tenían, pero encarecerá la luz para los otros 10 millones que sí la habían contratado. Para los primeros, el componente regulado de la factura se va a reducir un 6,7 %, mientras que para los segundos aumentará levemente, en unos dos euros al mes, según fuentes de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) citadas por 'EFE'.

Potencias y factura

La otra clave que afectará al recibo final radica en que el usuario podrá tener dos potencias distintas, una para el periodo de más demanda y otra para las horas valle. La potencia determina el número de aparatos eléctricos que pueden utilizarse al mismo tiempo en un punto de suministro y se mide en kilovatios. Tener dos sirve, por ejemplo, para aquellos consumidores que tienen un coche eléctrico y quieren cargarlo en su domicilio, pues podrán beneficiarse de contratar una potencia superior por la noche y el fin de semana y mantener su potencia habitual el resto del día, evitando pagar el sobrecoste de esa potencia extra. Si el consumidor no solicita este cambio se le mantendrá la misma potencia que tiene actualmente en ambos periodos.

Además de los componentes del recibo, el diseño de la factura mensual de los consumidores del mercado regulado introducirá también a partir de junio algunas diferencias. Se limitará a solo dos páginas e incluirá alguna novedad como la compensación por verter energía a la red para quienes tengan autoconsumo en su hogar. Además, incorpora un código QR que redirigirá a los usuarios directamente al comparador de tarifas de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para que, sin tener que introducir ningún dato, los usuarios puedan hacer una comparación de su gasto con un abanico muy representativo de las tarifas que hay en el mercado (libres y regulada) con el objetivo de que de forma sencilla pueda elegir la tarifa que mejor se ajusta a su consumo.