La empresa valenciana Verdifresh, proveedor de Mercadona de ensaladas y comida preparada a base de hortalizas, cerró el año pasado con una facturación de 92 millones, lo que implica una reducción del 24,8 % en relación a los 122,7 millones del ejercicio precedente. Los beneficios disminuyeron todavía más en términos porcentuales, dado que bajaron un 81,4 % al pasar de los 10,7 millones de 2019 a los 2 de 2020.
En lamemoria del año pasado, la compañía asegura que la crisis de la covid «no ha provocado un efecto negativo significativo en la sociedad», aunque también detalla que el 20 de abril del año pasado, un mes después de que el Gobierno decretara el estado de alarma y el confinamiento general de la población, tuvo que presentar un expediente temporal de empleo a 495 trabajadores que terminó el 5 de julio del mismo ejercicio.
En dicho documento, Verdifresh deja muy claro que, en cuanto a los «riesgos más significativos» a los que se enfrenta la sociedad, «se encuentran los relativos al mantenimiento de los niveles de actividad, que depende en gran medida de la demanda de su principal cliente», es decir Mercadona. A este respecto, conviene mencionar que Verdifresh, perteneciente al Grupo Alimentario Citrus (GAC) -propiedad al 100% de Joaquín Ballester Martinavarro-, ya cerró 2019, cuando no se atisbaba la pandemia, con una bajada del 9 % de la facturación -frente a los 134 millones de 2018- y una caída del beneficio del 33 %: de 16 a los ya citados 10,7 millones. La compañía realizó el año pasado inversiones por valor de 518.000 euros, fundamentalmente en maquinaria.
