El Banco Sabadell plantea cerrar 320 oficinas en su proceso de reestructuración que se saldará con 1.860 despidos, lo que supone la clausura de más del 20 % de sus actuales sucursales. Así se lo trasladó ayer a los sindicatos en la segunda reunión de la negociación preliminar al propio expediente de regulación de empleo (ERE), anunciado en agosto.

La dirección también pretende reconvertir otras 180 oficinas al nuevo modelo que han bautizado como ‘caja avanzada’, que consisten en una sucursal sin funciones directivas ni comerciales y que se centra en prestar apoyo a otros establecimientos. Así lo confirmaron tanto fuentes de la empresa como de la central, que encaran así dos reuniones más antes de entrar a discutir propiamente las condiciones de salida de los empleados afectados. Este nuevo ajuste llega después de que la entidad pactara con los trabajadores la prejubilación de 1.800 personas.

Los sindicatos volvieron a cargar contra el plan y manifestaron su indignación con los nuevos despidos. Si el Sabadell no rebaja sus pretensiones acabará sumando 3.660 despidos en un mismo año. Critican que este segundo ERE llegue tras obtener en el primer semestre un beneficio neto atribuido de 220 millones, un 51,5 % más que en el mismo periodo del año anterior y tras avanzar que volverá a repartir dividendos.