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Eurico Brilhante

"Para retener a la industria del automóvil hay que invertir en su cadena de suministro"

Destaca la importancia del turismo para Portugal y la Comunitat, pero alerta: «No podemos vivir solo de servicios, la industria es vital»

El secretario de Estado de Internacionalización de Portugal, Eurico Brilhante. | LEVANTE-EMV

Eurico Brilhante (Lisboa, 1972) repasa los retos y oportunidades de las economías portuguesa y valenciana.

En España el precio de la energía está disparado. Pese a estar en el mismo mercado, la diferencia con Portugal es sensible. ¿A qué se debe?

Es un tema bastante discutido también en Portugal. Tiene más que ver con el marco de la formación del precio final al consumidor y a las empresas, y creo que no habrá tanta diferencia de precio al final. En Portugal estamos preocupados y el Gobierno trabaja para que a medio plazo pueda ejecutar medidas para controlar el precio de la electricidad. Hay muchas alternativas posibles. Una en el marco impositivo, pero se puede hacer más que actuar sobre los impuestos y en ese sentido trabajamos, porque en 2022 el impacto será mayor.

¿Qué pueden ofrecer las empresas portuguesas a la Comunitat Valenciana?

El mercado ibérico es el mercado natural de las empresas portuguesas después de años en los que ambas economías vivieron apartadas y sin cooperación empresarial. Desde que somos miembros de la UE ha habido un acercamiento muy interesante. La C. Valenciana es uno de nuestros proveedores y clientes más importantes. Es muy dinámica en muebles y hábitat, en agricultura, en turismo y el Puerto de València es muy importante para el suministro de la península ibérica. Portugal, por su parte, tiene sectores muy competitivos y complementarios, pero tenemos una gran cantidad de pymes que necesitan internacionalizarse, y España y la Comunitat juegan ahí un papel clave.

En ambos modelos tiene mucho peso el sector servicios. ¿Se debe profundizar o cree conveniente apostar por la reconversión industrial?

Esa es una reflexión clave para ambos países. El turismo es muy importante porque genera muchos ingresos y puestos de trabajo. Seguirá siendo importante porque, aunque la pandemia le ha afectado, saldremos de ella muy pronto y entonces volverá, aunque más lento que la industria. Portugal exportará este año tanto como en 2019 y el turismo no llegará a esos niveles. Pero tenemos que mirar a la industria con más cuidado. La pandemia nos ha enseñado que no teníamos capacidad productiva. Fue evidente con el material sanitario y ahora tenemos un problema con los chips que afecta al automóvil y la electrónica de consumo y la UE no tiene ninguna capacidad de fabricarlos. Hemos de repensar nuestras cadenas de suministro y decidir qué hacemos y qué capacidades internas queremos tener. Y España y Portugal tenemos un rol importante en esa decisión.

¿Puede sobrevivir un país sin el sector secundario?

No hay economía sin industria. La idea de que podemos tener una economía solo de servicios es imposible. Toda economía fuerte y sostenible tiene industria, es vital. Esto no significa que los servicios no sean importantes, pero las economías desarrolladas necesitan de la industria.

¿Cómo se retiene a la industria del automóvil?

Tenemos que invertir en la cadena de suministros y de valor del sector. Por eso Portugal y la península ibérica deben estar en los eslabones fundamentales de la cadena de suministros de la movilidad eléctrica. En Portugal tenemos la mayor reserva de litio de Europa, pero también está la producción de celdas de litio, las fábricas de baterías y todo aquello que el sistema eléctrico necesita y que hoy no producimos. Hay que reestructurar esas cadenas de suministro en el marco europeo y con España.

La alimentación lidera la inversión valenciana en Portugal. ¿Las empresas locales se revuelven contra este proceso?

No. Mercadona es bienvenida como empresa que añade valor a la economía portuguesa y puestos de trabajo. Nosotros también tenemos empresas portuguesas en España. Que vengan es bueno. Los demás tienen que ajustar su oferta y competir, ser capaces de afrontar la competencia. Mercadona tiene los brazos abiertos siempre que venga a añadir valor a la economía portuguesa y generar puestos de trabajo, que es lo que está haciendo. Las empresas portuguesas también miran al mercado español y buscan ahí sus oportunidades. No es un problema, no hay que mirar la inversión extranjera como algo malo.

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