El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, afirmó ayer que la decisión de subir el salario mínimo interprofesional (SMI) a partir del 1 de septiembre «estaba ya tomada» y que el Gobierno «lo único que ha hecho es darle vueltas a su propio solitario». Además, afirmó que se trata de una decisión «en clave política y no de un planteamiento serio». Garamendi, en declaraciones a Onda Cero, reiterólos argumentos que han llevado a la CEOE a rechazar «en estos momentos» un alza del SMI y advirtió de las consecuencias que podría tener su subida, como el aumento de la economía sumergida y la destrucción de puestos de trabajo.

«Nuestra posición es que en estos momentos, no. En otros momentos hemos dicho que sí a subir el SMI, pero ha subido un 30% en los últimos tres años. Con la que está cayendo, la pandemia, es un momento muy delicado», defendió.

Junto a una mayor economía sumergida y la pérdida de empleos, Garamendi ha alertado de que, a medio plazo y «si esto sigue así», que el Gobierno pueda decidir las subidas salariales «podría romper a futuro la negociación colectiva». Preguntado por si la patronal estaría dispuesta a hablar de una nueva subida del SMI para 2022, Antonio Garamendi dijo que habrá que ver cómo se va recuperando la economía, aunque las perspectivas son buenas.