Comenzamos hace años la misión de hacer ver a las empresas del entorno logístico-portuario la necesidad de incorporar las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) como una herramienta de gestión para la toma de decisiones, mejorando el desempeño de las tareas para que fueran realizadas con mayor agilidad y precisión, tornándose más productivas. El objetivo era ser más eficientes y optimizar el uso de los recursos. En nuestro entorno portuario hacer el símil entre el correcto dimensionamiento de la infraestructura y su explotación, pensando en la infoestructura no es difícil y, gracias a ello, nacieron un número considerable de sistemas de gestión que, analizando los procesos del negocio, hicieron crecer la información y las comunicaciones entre proveedores y clientes.

Pero, una cosa lleva a la otra y en algún momento seguramente yo me perdí tratando de bucear entre los ERP, los CRM, los TOS (Terminal Operating System), los PCS (Port Community System) y los TMS (Transportation Management System) - sistemas de gestión del sector logístico-portuario - y acabé en la nube, momento en el que pasamos a vivir el despegue de la cuarta revolución industrial y nos metimos de lleno en la cruzada de los puertos 4.0.

Entonces los puertos dejaron de ser meros proveedores de infraestructuras al servicio del comercio internacional para convertirse en ecosistemas de intercambio de información y proveedores de soluciones digitales para incentivar la innovación en sus entornos empresariales, creando distritos de innovación o Hubs, donde la investigación aplicada y la identificación de oportunidades dieron paso en los puertos más avanzados como Rotterdam, Hamburgo o Valencia, a la creación de centros de emprendimiento e innovación, como el SuperLabPorts de Valenciaport.

La Fundación Valenciaport, como catalizadora de toda esa innovación en el sector, explora las tecnologías emergentes, como IoT, inteligencia artificial, Blockchain, computación en la nube, ciberseguridad o la interacción humana con los sistemas de nueva generación, acompañando a las empresas del entorno portuario en su formación.

Nuestro universo se nos expande cual Big Bang y así como decía que hace años empezábamos dando formación en TIC, hoy en día seguimos formando al sector, tanto en las tecnologías propiamente dichas como en el cambio cultural necesario para alcanzar la transformación digital, desarrollando nuevas competencias digitales sin las cuales no sería posible entender hacia dónde vamos y procurar un paso firme hacia el futuro.

La ciencia infusa todavía no existe (por fortuna) y, por ello, sigue siendo necesario formarse y experimentar en persona la satisfacción del conocimiento en el proceso de formación. Para nosotros atraer, formar y apoyar al talento en los puertos es esencial para cimentar la era de los puertos 4.0, ya que los Smart Ports o puertos inteligentes solo son posibles si cuentan con Smart People y eso es lo que hacemos desde Fundación Valenciaport con nuestros Smart Teachers, llenar los puertos de gente inteligente.