Las restricciones a la movilidad y al consumo en tiempo de ocio que han caracterizado buena parte de este año y medio de pandemia del coronavirus han tenido como efecto supuestamente virtuoso que los valencianos han incrementado de forma considerable su capacidad de ahorro. En el segundo trimestre de este año, según los últimos datos del Banco de España, el volumen de depósitos bancarios de los residentes en la Comunitat Valenciana alcanzó los 118.890 millones de euros, lo que supone 824 más que en el período comprendido entre enero y marzo de este 2021, cuando el global se situaba en 118.156. En ese primer trimestre se contabilizó un significativo descenso respecto al cuarto de 2020, cuando los depósitos llegaron a 120.491 millones. En los dos trimestres anteriores a este el volumen se había colocado muy parejo, en 118.812 y 118.173 millones, ambas cifras por debajo del dato del pasado junio. Nada que ver con el primer trimestre de 2020, el inmediatamente anterior al confinamiento y el estado de alarma, cuando la citada cifra era de 111.662 millones. En el segundo trimestre de 2019 era aún más inferior: 110.760. Por tanto, el dato de junio de 2021 está 7.300 millones por encima del previo al estallido de la crisis y 8.200 de dos años antes. Los valencianos han gastado considerablemente menos y han ahorrado más.
Paralelamente, las entidades financieras han aumentado en 386 millones el volumen de créditos concedidos a residentes en la Comunitat Valenciana, hasta alcanzar los 113.017 millones de euros. Esta cifra está 1.150 millones por encima de la que contabilizaba el Banco de España al finalizar el segundo trimestre de 2019, cuando se quedó en 111.852. Muchas empresas en dificultades han recurrido al dinero de la banca, por mediación del ICO, para sobrevivir en esta coyuntura de crisis.
