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Los aeropuertos valencianos no volverán a su nivel de tráfico precovid hasta 2026

Las dos infraestructuras recibirán casi 90 millones de inversión en ese plazo

Aspecto de la terminal de llegadas del aeropuerto de Alicante, el 1 de agosto de 2019. | AXEL ÁLVAREZ

El sector turístico se ha situado a las puertas de la recuperación gracias a un verano que ha superado las expectativas. Sin embargo, las aerolíneas, una pieza fundamental de ese engranaje, todavía parecen estar lejos de retornar a sus volúmenes de actividad prepandemia. Concretamente, a cinco años de distancia. Esa es la previsión que hace Aena en su Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA) 2022-2026 publicado esta semana y en el que desgrana la evolución esperada por autonomías y aeropuertos.

A lo largo de casi 200 páginas la gestora aeroportuaria fija sus tarifas, bases legales, requisitos medioambientales e inversiones para ese plazo y se moja también con las perspectivas de recuperación del sector aéreo, algo muy poco habitual en Aena.

Según el organismo semipúblico, los aeropuertos valencianos no alcanzarán las cifras registradas en el año 2019 hasta 2026, cuando entre Manises y Alicante volverían a sumar los cerca de 24 millones de pasajeros del ejercicio prepandemia (casi 16 millones correspondientes a Alicante y 8,5 millones a Manises).

La proyección de Aena es bastante homogénea en todas las instalaciones nacionales, que en ese plazo saltarían de mover a 187 millones en 2022 a 282 millones en 2026. Para el ejercicio de 2022, según Aena, los dos aeropuertos valencianos gestionarán la llegada de poco más de 16 millones de viajeros, 10 millones en Alicante y 6 en Manises, un incremento importante respecto al batacazo de 2020. Ese año, las restricciones a la movilidad provocadas por la covid se comieron el 75 % de ese volumen y se cerró con 3,7 millones de pasajeros en Alicante y 2,4 millones en València, una situación que ha dejado a varias aerolíneas en situación crítica.

Antes de la pandemia, al Miguel Hernández llegaron más de 15 millones y al de València más de 8,5 millones, en el que fue el mejor año turístico de la historia de la Comunitat Valenciana.

Atendiendo a la capacidad aeroportuaria que asigna Aena a los aeropuertos valencianos en otro apartado del DORA II, ninguna de las dos infraestructuras necesitaría ampliaciones orientadas a acoger un mayor volumen de tráfico en los próximos cinco años.

Según Aena, el de Alicante puede gestionar hasta 19 millones de pasajeros y el de València, 10,5 millones. Así, siempre que se cumpla el pronóstico, ninguno de los dos llegaría a su tope en el próximo quinquenio.

Casi 90 millones de inversiones

En todo caso, el Gobierno sí ha previsto una actuación considerada «estratégica» en el aeropuerto de Alicante, donde ha planteado «actuaciones en campo de vuelos y plataforma» por valor de 4,5 millones de euros. Aunque Aena no concreta más, fuentes cercanas apuntan a que se trata de intervenciones para ampliar el espacio destinado al estacionamiento de aeronaves.

No en vano el Miguel Hernández puede gestionar ahora mismo el movimiento de 39 aviones por hora cuando otros aeropuertos de su envergadura como Málaga o Tenerife tienen capacidad para 65 y 51 respectivamente.

En los próximos seis años Aena incluye otra decena de inversiones de menor alcance en Alicante y una docena en Manises. El primero recibirá 56 millones de euros en inversiones y el segundo casi 33,5 millones de euros. En total, Aena invertirá casi 90 millones en infraestructuras valencianas, 20 más que los movilizados en el anterior lustro.

Con todo, los dos aeropuertos de la Comunitat Valenciana quedan lejos del nivel de inversiones anunciado para Madrid (404 millones), Baleares (361), Cataluña (293), Canarias (171) o Andalucía (155). En total, Aena prevé 2.250 millones en inversiones durante estos cinco años, si bien hay una partida importante, de más de 600 millones, de «adquisiciones centralizadas» que pueden repercutir en varios aeropuertos.

Congelación de tarifas para ayudar a la recuperación

Uno de los contenidos que tenía que aclarar el DORA 2022-2026 era el precio de las tarifas aeroportuarias. El Gobierno había dado a entender que podía elevarlas y finalmente las mantendrá congeladas porque, según defendió la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, son un «aspecto clave» para garantizar el proceso de recuperación del sector durante los próximos años. Algunas aerolíneas como Ryanair iniciaron hace meses una campaña de presión a Moncloa para que las mantuviera estables, llegando incluso a amagar con un repliegue si se producía un incremento de las mismas.

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