Gregorio Redondo Iglesias, continuador de la empresa valenciana de jamones Redondo Iglesias, ha fallecido a los 94 años. La firma de alimentación Redondo Iglesias se fundó en 1920 por Antonio Redondo y Anastasia Iglesias en Valdelacasa, municipio de origen chacinero situado al sur de Salamanca.

El matrimonio se dedicó a elaborar tanto jamones como embutidos ibéricos. En los años ’50 uno de sus hijos, Gregorio Redondo, asumió el pequeño negocio y lo expandió, sumando a la producción de ibéricos, toda la gama de Serranos.

La sede central de la empresa se encuentra en Quart de Poblet y la planta de serranos en Utiel. Asimismo, desde su página web exponen que después de 100 años, Redondo Iglesias es un referente en el sector del ibérico y serrano y tiene presencia en importantes cadenas de distribución de más de 25 países repartidos por todos los continentes. Además, esta firma valenciana fue una de la primeras compañías en los años 90 en homologar sus productos para vender a EEUU.

Asimismo, en España cuenta el enclave de su planta de Candelario (Salamanca), donde se elaboran todos los ibéricos, y otra en Utiel, donde se curan los serranos, además de la dehesa de Herrera del Duque en Badajoz, donde todos los cerdos son criados en libertad con una alimentación natural.

El objetivo de Redondo Iglesias, según aclaran en su página web, es "seguir ofreciendo un producto de calidad, natural y artesano con la misma fórmula que hace 100 años y con el sabor originario de 1920".