Convertirse en «la mejor compañía de su sector y ofrecer a sus empleados las mejores condiciones laborales existentes». Esta es la ambiciosa carta de presentación con la que aterriza en ValènciaRocket, compañía de reparto de comida a domicilio basada en Ámsterdam. Según un comunicado remitido ayer por la firma, comenzará a operar el próximo mes de noviembre tras contratar «a más de 130 repartidores a tiempo completo que se incrementarán en otros 50 ‘riders’ en enero de 2022». Todo ello, añaden, «cumpliendo con la nueva ley de riders» aprobada recientemente. Desde las plataformas de defensa de los derechos laborales de estos repartidores mantenían ayer la cautela a falta de conocer las condiciones finales, si bien celebraban el compromiso de atenerse a la ley como un «inicio de normalización».
Rocket «ofrecerá contrato indefinido a todos sus empleados», así como «las mejores condiciones laborales y sociales del sector del reparto domiciliario, en cumplimiento de la nueva ley de ‘riders’» aprobada el pasado mes de mayo, mantenía ayer la empresa. Además, hizo público el compromiso de «negociar un convenio colectivo que reconozca y garantice a sus trabajadores los mejores beneficios sociales del sector», algo que sería pionero en este precarizado sector.
Rocket llega a València tras operar ya una flota total de 7.000 ‘riders’ en 37 ciudades de cinco países europeos y está «expandiendo su negocio a España», donde se lanzará, además de en la capital del Túria, en las ciudades de A Coruña, Granada y Pamplona. La sede española de la compañía estará situada en Madrid y la empresa espera alcanzar «una plantilla inicial de cerca de 600 empleados en toda España —entre ‘riders’ y personal administrativo— a finales del actual ejercicio.
Por lo que respecta a València, su previsión es tener contratados en noviembre, fecha en la que espera iniciar sus operaciones, a «más de 130 repartidores a tiempo completo» y añadir otro medio centenar a principios de año.
En 2022, Rocket tiene el objetivo de contar con una flota propia en España de alrededor de 2.500 ‘riders’, a los que se sumará una plantilla de cerca de 120 empleados en su sede de Madrid.
La compañía holandesa tiene previsto ampliar su presencia en España a 11 ciudades más, con lo que llegaría a un total de 15 localidades. La empresa, valorada este mismo año por la revista «Forbes» en más de 100 millones de dólares, tiene previsto abrir próximamente delegaciones en Sevilla, Zaragoza y Vigo.
