Pulso de las grandes eléctricas al Gobierno en la subasta renovable celebrada este martes para adjudicar 3.300 megavatios de capacidad renovable. Iberdrola y Endesa han descartado participar en la puja por el real decreto ley que recorta los ingresos de estas compañías ante el alza del gas, aunque cada una alude a un motivo diverso. Iberdrola asegura que su autodescarte se debe a la "incertidumbre regulatoria" que provoca el cambio normativo que le ha hecho "replantearse" sus inversiones en el país, según fuentes de la empresa. Mientras Endesa, que había anunciado el día anterior que acudiría a la puja, argumenta que la norma les obliga a subastar parte de la energía que ya tenía vendida a otras comercializadoras e industria y prefiere "centrarse en construir nuevos proyectos" para suministrar energía a sus propios clientes.

Las compañías que dirigen Ignacio Sánchez-Galán y José Bogas mantienen, así, su particular guerra con el ministerio que comanda la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, tras la polémica generada por el 'hachazo' del Gobierno y a la espera de que el Ejecutivo alivie el recorte; si bien, también es cierto que las grandes eléctricas no necesitan las subastas para poder hacer crecer su potencia renovable. Tampoco han participado en la cita de este martes otros grandes grupos, habituales de estos concursos, como Greenalia o Acciona, en el caso de esta última por cuestiones de calendario, pero nada que ver con el decreto del Gobierno, según explican fuentes del mercado.

La gran ganadora de la jornada ha vuelto a ser Capital Energy, tras haber sido adjudicataria de cerca de 1.550 megavatios -1.540 eólicos y 8 solares--, según ha informado la empresa. Era la segunda vez que la compañía participaba en una subasta de renovables convocada en España y en ambas se ha impuesto al resto de participantes. En la anterior, celebrada el 26 de enero y mucho más repartida que esta, se adjudicó 620 megavatios, de los 3.043 subastados en aquella ocasión. Capital Energy acumula un portfolio de proyectos que suman más de 35.000 megavatios.

La otra sorpresa del día ha sido la vuelta de un viejo conocido del sector. Forestalia, el grupo aragonés que arrasó en las subastas organizadas en 2016 y 2017 con el anterior Gobierno de Mariano Rajoy, ha vuelto a irrumpir con fuerza. La compañía se ha hecho con el 25% de los 3.300 megavatios de la puja (cerca de 780 megavatios). También se han presentado a la puja Naturgy, la tercera de las grandes eléctricas, que se ha adjudicado 221 megavatios de energía fotovoltaica, y Repsol, inmerso en su apuesta por la generación renovable, que se ha adjudicado 138 megavatios eólicos.

Inversión de 3.000 millones

En total, se han repartido 3.123 megavatios de potencia (2.258 megavatios de eólica y 866 megavatios de fotovoltaica), de los 3.300 subastados, según ha anunciado el ministerio para la Transición Ecológica, que estima que el concurso canalizará una inversión de unos 3.000 millones de euros y creará más de 30.000 empleos. El precio medio ha de la puja ha sido de 30,56 euros el megavatio, el 15% del precio marcado por el mercado mayorista de la electricidad (este miércoles será de 201,4 euros el megavatio-hora) y un 60% inferior a la cotización media de los futuros de los próximos cinco años. "(Este precio) muestra hasta qué punto hay una distorsión clarísima en el precio del mercado mayorista en estos momentos", ha reconocido la vicepresidenta Teresa Ribera.

En una declaración grabada, Ribera ha calificado de “razonable” el leve incremento de precio sobre la subasta anterior (24,47 euros) por la tensión inflacionista que se está produciendo con los bienes de equipo y las materias primas; así como por el "vivo apetito" de nuevos actores en el sector "a pesar de la baja presencia de las grandes compañías clásicas". "El país sigue generando un enorme atractivo para desarrolladores de plantas renovables", ha celebrado Ribera.

Esta es la segunda subasta que organiza la actual vicepresidenta, con un diseño muy diferente al de las pujas de años anteriores pues cuenta con reservas de potencia específicas por tecnologías, además de regirse por el sistema 'pay as bid' en el que se paga el precio que pide cada inversor y no el precio marginal, como ocurría con el sistema previo diseñado por el ministro Álvaro Nadal. Con todo, en la puja de este martes se incorporaban dos grandes novedades respecto al concurso de enero. Por un lado, se reservó un cupo específico (600 megavatios) para plantas en avanzado estado de tramitación, que tendrán que estar construidas en un plazo de ocho meses. Y por otro, se fijo otro cupo (300 megavatios) para sistemas solares distribuidos dirigidos a instalaciones fotovoltaicas pequeñas que, sin embargo, "no ha logrado asentarse como un planteamiento atractivo y generalizado", según apuntó la ministra. Ambas subastas suman un total de 2.902 megavatios de fotovoltaica y 3.256 de eólica.