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La crisis de materias primas pone en jaque 6.000 millones de inversión en fotovoltaica

La Comunitat tiene cuatrocientos proyectos en desarrollo y las placas solares han subido un 20 % en ocho meses

Marcos J. Lacruz, presidente de la patronal valenciana de renovables Fernando Bustamante

La crisis de las materias primas ha puesto en jaque la inversión de 6.000 millones de euros que planean los promotores de parques fotovoltaicos en la Comunitat Valenciana. Los empresarios están preocupados por el encarecimiento de los suministros y la incertidumbre sobre cuándo recibirán los paneles solares importados de China por los retrasos de los fletes marítimos. Marcos J. Lacruz, presidente de la patronal valenciana de renovables (Avaesen), explicó ayer que el coste de los paneles solares (que representan un tercio de la inversión de las plantas) ha subido un 20 % en los últimos ocho meses. El cuello de botella en la producción y distribución de materiales llega en un momento clave del despegue del sector fotovoltaico con 400 proyectos en diferentes fases de ejecución en la Comunitat.

Lacruz insistió en que los promotores están sufriendo el incremento de costes y la incertidumbre de cuándo «les van a entregar las placas». «Ha subido el precio del cobre, el aluminio, el silicio y los equipamientos electrónicos. Los paneles es donde más se está notando el incremento de precios. En los últimos ocho meses han subido un 20 %», lamentó Marcos J. Lacruz.

El silicio es uno de los principales materiales que se usan para el desarrollo y producción de placas fotovoltaicas. A pesar de que es el elemento más abundante de la corteza terrestre después del oxígeno, su precio se ha disparado más de un 320 % en apenas dos meses. El precio de otras materias primas esenciales para las plantas fotovoltaicas como el aluminio también se ha disparado. El principal responsable de la subida del silicio ha sido China, que ha tomado medidas para recortar la producción con el objetivo de reducir su consumo energético y sus emisiones de CO2. China es el principal productor mundial de placas solares (en España no se producen desde hace quince años) y su decisión ha sido clave para que se viva una auténtica situación de escasez en todo el mundo.

A este problema se ha sumado la crisis de los contenedores que ha disparado el coste de los fletes marítimos y ha multiplicado los retrasos. El presidente de la patronal de renovables destacó que antes recibían el pedido de placas solares un mes y medio después de realizarlo y ahora tarda «seis meses» en llegar. «Estamos viviendo una incertidumbre grande porque no está garantizado el plazo de entrega», aseguró Lacruz.

Cartera de proyectos

Ahora mismo se están construyendo en la Comunitat Valenciana parques con una potencia de 74 MW y hay en desarrollo una cartera de plantas con una potencia de 10.000 MW y una inversión de 6.000 millones de euros para cumplir con los objetivos de descarbonización, según precisa la patronal. Esos parques con una potencia de 10.000 MW tienen que estar en funcionamiento en 2025.

Además de los retrasos con los suministros, los promotores denuncian la demora en la aprobación de los expedientes administrativos de las plantas valencianas. «Ahora están en proceso de audiencia 38 de los 400 parques previstos. Es fundamental que la Generalitat agilice los trámites administrativos porque antes de abril esos 400 parques tienen que tener aprobada la declaración de impacto ambiental para no perder los puntos de conexión a la red eléctrica», alerta Marcos J. Lacruz.

Los promotores fotovoltaicos están contando con el respaldo del sector financiero que ve en este tipo de proyectos una inversión segura por el cambio de modelo energético en el que está inmerso el país. El Gobierno se ha comprometido con Bruselas a que en 2030 el 74 % de la energía española proceda de fuentes renovables.

China reduce la producción de las fábricas para ahorrar energía

China busca ser más eficiente y está cortando de forma intermitente la luz en fábricas y zonas residenciales. Goldman Sachs estima que hasta un 44 % de la actividad industrial en el gigante asiático se ha visto afectada por estos recortes de energía. La decisión del Gobierno chino responde a la escasez y encarecimiento del carbón para generar energía y a los objetivos medioambientales que se ha marcado Pekín para alcanzar el pico de emisiones en 2030. Los fabricantes han consumido su cuota energéticas más rápido de lo que habían previsto sobre todo por la explosión de la demanda tras la pandemia. El problema afecta directamente a los promotores de parques fotovoltaicos por los retrasos en la entrega de placas solares y a los consumidores de cualquier producto importado de China. Esta situación podría complicar la llegada de móviles, portátiles y otros dispositivos en Navidad.

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