¿Qué se espera que nos depare el sector inmobiliario durante el próximo año 2022? 

Se espera que 2022 se desarrolle en un contexto de recuperación económica algo ralentizada por la persistencia de los problemas en las cadenas de suministro globales y los elevados precios de la energía durante la primera mitad del año. Habrá que estar también muy pendiente de la evolución de la inflación y su posible impacto en la confianza del consumidor. En el sector inmobiliario, cabe esperar que la demanda se mantenga activa en un escenario de tipos de interés bajos, mientras la oferta podría continuar reactivándose con un menor ritmo a pesar de la recepción de fondos europeos, afectada por la escasez de mano de obra en el sector y los largos tiempos de tramitación de licencias a los que ya se enfrentaban los promotores durante los años previos a la pandemia. Todo ello podría continuar tensionando los precios de la vivienda al alza, sobre todo en el segmento de obra nueva. La llegada de los fondos europeos, entre otras cosas, apoyará y dará impulso a la colaboración público-privada junto a los proyectos de rehabilitación y regeneración urbana. Con ellos, se potenciará la mejora de la eficiencia energética del parque inmobiliario en nuestro país. Durante 2022, también se espera conocer el texto de la futura Ley de Vivienda, que establecerá el marco de desarrollo del sector en los próximos años.

¿Cómo influye la recuperación del sector inmobiliario en el resto de la actividad económica?

El sector inmobiliario es un motor de la actividad económica, ya que la construcción de viviendas tiene un efecto multiplicador sobre el empleo directo e indirecto. Hablamos no solo de los trabajadores en la obra, sino proveedores de materiales, arquitectos, ingenieros, transportistas, gestorías, notarías … Hay estudios que cifran en 2,4 empleos lo que genera cada vivienda construida. Por no hablar del flujo de ingresos para las arcas públicas que suponen los impuestos asociados. Son dos esferas que evolucionan a la par: cuando a la economía del país le va bien, al sector inmobiliario también le va bien. En el año 2008, el sector inmobiliario se situaba en el «epicentro» y era parte del problema. En estos momentos, el sector inmobiliario es un sector fuerte, sano y equilibrado, que ha demostrado una tremenda solidez y resiliencia, y debe jugar un papel fundamental. El sector inmobiliario deber ser parte relevante de la solución, como una de las grandes locomotoras que ayude a la recuperación de la economía. 

Como expertos en tasación inmobiliaria, ¿cómo se espera que evolucione la curva de precios de vivienda de obra nueva?

Nos encontramos en un escenario en el que la demanda de vivienda se ha reactivado con más fuerza y rapidez que la oferta, cuya recuperación está siendo más pausada, lo que explica que se estén produciendo algunas tensiones de precios al alza en el segmento de obra nueva. En los mercados más dinámicos, esta escasez de oferta y el movimiento de precios asociado podrían acentuarse en los próximos meses, ya que la pandemia ha ralentizado el inicio de nuevos proyectos. En cualquier caso, entendemos que las subidas que puedan producirse serán moderadas. Otro aspecto que hay que seguir de cerca es el incremento que se ha producido en los últimos meses en el coste de algunas materias primas que impactan en el coste de construcción. Si esta situación se prolongara, podría acabar trasladándose a los precios finales. Afortunadamente, ya estamos viendo señales de descenso del precio en algunas materias primas.

¿Y en la segunda residencia?

La segunda residencia, especialmente la ubicada en zonas con mayor presencia del comprador internacional, sufrió de manera más intensa el freno del mercado durante la pandemia. Aunque la demanda nacional lo compensó en parte, las restricciones de movilidad han retrasado la recuperación en estas zonas. Acompañando el regreso de la demanda internacional, esperamos que los precios se vayan recuperando paulatinamente. Las localizaciones con producto de alta gama, que se mantuvieron más estables en la pandemia, recuperaron la actividad y la superaron en algunos casos, ya en el segundo trimestre de este año. En la costa mediterránea, donde el comprador inglés ha tenido tradicionalmente una presencia relevante, habrá que ver cuál es el efecto del Brexit una vez eliminado el factor covid.

¿Ha cambiado la pandemia los factores que permiten que una vivienda tenga una tasación más alta?

Es una realidad que la pandemia ha transformado la forma en la que vivimos y trabajamos. El valor de una vivienda lo determina el mercado, es decir, lo que los compradores están dispuestos a pagar por ella. La pandemia ha modificado en parte la lista de prioridades de la demanda, elevando aspectos como una buena distribución que permita flexibilidad en el uso del espacio, más superficie, luz, terrazas, zonas comunes… Estas características son más buscadas por el mercado. Aunque no está relacionado con la pandemia, estamos empezando a ver también un mayor interés por la eficiencia energética en las viviendas, no solo asociado a la reducción de los gastos energéticos futuros, sino también a un mayor confort para sus ocupantes, lo que posiciona mejor en este sentido a la vivienda de obra nueva.

¿Es momento de buscar oportunidades inmobiliarias o tal vez de esperar y tener más paciencia?

Entendemos que la tendencia de la evolución de los precios, hablando en líneas generales, va a ser al alza, moderada, pero al alza. Es en momentos de incertidumbre cuando las rebajas y oportunidades son más frecuentes. A medida que la situación económica va mejorando y el mercado laboral se estabiliza, son menos habituales los ajustes de precio por parte de propietarios necesitados de liquidez. Por otro lado, la financiación es ahora más barata de lo que será en unos meses, si atendemos a las previsiones que apuntan a subidas de tipos 2022 o 2023.

¿Cuáles consideran que son los mayores atractivos de la Comunitat Valenciana para el sector inmobiliario?

La Comunitat Valenciana tiene atractivos indiscutibles asociados a la climatología, a la variedad de parajes naturales y a la calidad de vida, pero son muy importantes también las conexiones e infraestructuras que la posiciona como destino preferente. La costa de Levante es un reclamo indiscutible para la demanda europea. València es, además, una capital en plena transformación, en la que muchos ven un potencial de desarrollo urbanístico y crecimiento económico similar al que en su día tuvo Barcelona, o en estos momentos está desarrollando Málaga. El mercado inmobiliario está muy activo, tanto por parte de la demanda como del interés inversor por impulsar nuevos proyectos.