El Gobierno presentó ayer la nueva propuesta de ERTE a patronal y sindicatos. Tras el portazo compartido por empresarios y trabajadores a la anterior propuesta de ‘Mecanismo RED’, que fue tildada de «farragosa», «intervencionista» o «irreal», el Ejecutivo ha simplificado el nuevo modelo para atraer así a los agentes sociales a un acuerdo. La nueva propuesta, según explican fuentes del diálogo social, habilita expedientes de entre uno o dos años de duración máxima, con reducciones de jornada de hasta el 70%, bonificaciones de las cotizaciones sociales para las compañías y veto a los despidos mientras dure el expediente; entre otros. Del último documento se cae la polémica obligación a las empresas de, en caso de querer despedir a un trabajador y que este se recolocara en otra empresa, pagar parte de la indemnización al Fogasa.

Ahora la alternativa que ha planteado el Ejecutivo es una ayuda para las empresas que contraten a los trabajadores despedidos después de un erte sectorial. Es decir, si una empresa realiza un erte para aguantar la caída de ingresos, pero igualmente al final del proceso necesita despedir a gente, lo puede hacer por las vías ordinarias. Y el Gobierno plantea que, para hacer atractivo a otras empresas contratar a esas personas cesadas, otorgarles una bonificación de cotizaciones del 50% durante los primeros seis meses de contrato. Para que estas empresas puedan acceder a esta bonificación deberán ofrecer un contrato indefinido a esas personas.

La nueva propuesta mantiene los dos supuestos según los cuales las empresas podrán solicitar un expediente de regulación temporal de empleo con ayudas públicas: ante una crisis coyuntural de toda la economía o solo para un sector concreto, ante dificultades propias del mismo.