La industria italiana productora de pavimentos y revestimientos cerámicos cierra el año 2021 con un fuerte incremento en la producción y ventas, tanto domésticas como internacionales; como para superar los niveles prepandémicos. La fuerte demanda de cerámica italiana proviene de todos los países del mundo y el mercado interno «comienza a crecer nuevamente después de veinte años», se subraya desde la patronal Confindustria Ceramica, que subraya que se trata de «una situación positiva que choca con los incrementos muy fuertes de los costes de todos los factores de producción y, de manera especial, de la energía; así como con la falta de algunos tipos de materias primas y con las dificultades asociadas al transporte marítimo».

El sector azulejero italiano prevé cerrar 2021 con un volumen de ventas de alrededor de 458 millones de metros cuadrados (+ 12 % en comparación con 2019), de los que 367 millones de metros cuadrados (+ 13 %) corresponden a la exportación y los restantes 91 millones de metros cuadrados (+ 9 %) se han facturado en Italia. Los principales mercados del mundo registran un incremento de la demanda de cerámica Made in Italy, siendo los más importantes Estados Unidos, Alemania, Bélgica y Holanda. Se espera que la producción supere los 430 millones de metros cuadrados, un aumento de aproximadamente un 25 %.

En España los incrementos son mayores, ya que las previsiones de la patronal Ascer son las de cerrar 2021 con un aumento de las ventas del 20 % en lo que respecta a la facturación –no hay datos de los metros cuadrados despachados- hasta sumar 4.600 millones de euros. También crece la producción hasta los 580 millones de metros cuadrados frente a los 488 del año pasado.

Incremento de costes

«El tono positivo del mercado y la demanda nos permitirá cerrar bien los balances de este año, pero no podemos alegrarnos en absoluto. El fuerte crecimiento de los costes de todos los factores de producción está poniendo a prueba la competitividad presente y futura de nuestras empresas. Quizás por primera vez en nuestra historia estemos viviendo una paradoja: estamos llenos de pedidos de todo el mundo que chocan con altísimas tensiones por la marginalidad», afirma el presidente de Confindustria Ceramica, Giovanni Savorani

La factura energética no solo lastra el futuro de la industria azulejera castellonense, y desde la patronal italiana se denuncia que el coste del consumo de electricidad sumo hace un año 250 millones de euros y que en este 2021, tras incrementos del orden del 400 %, se acerca ya a los 1.000 millones de euros. Una explosión de costes que, incluso en presencia de subidas de precios, no parece sostenible: «Se necesitan acciones urgentes para calmar la situación insostenible del gas natural», indica el presidente de Confindustria Ceramica, Giovanni Savorani; y propone, como una de las primeras medidas adoptar, la sustitución de parte del gas importado por otro de producción nacional, a precios controlados e insertado dentro de una ruta de transición energética.

Los derechos de emisión

El aumento de los costes de la energía también se deriva de los precios de los derechos de emisión de dióxido de carbono que de un precio que rondaba entre 20 y 25 euros por tonelada ha pasado en la actualidad a costar 85 euros. «La continua subida de los precios del C02 también corresponde a una intensa actividad especulativa que tiene un resultado contraproducente: transferir recursos de la economía real, formada por empresas y puestos de trabajo, a la financiación», asegura Savorani.

«La adopción de medidas para salvaguardare el planeta, como es el caso de la transición energética, es correcta. Sin embargo, solo se podrá pasar a otras fuentes de energía cuando estas estén disponibles y a precios competitivos con respecto al gas natural. Esto es para evitar perder competitividad y cuota de mercado en beneficio de las producciones extracomunitarias, con el consiguiente grave riesgo de deslocalización», señala el presidente de los fabricantes azulejeros de Italia.