La Asociación Valenciana de Agricultura (AVA-Asaja) exige a las distintas administraciones públicas poner en marcha un plan urgente de choque en auxilio del campo tras concluir el año 2021 con unas pérdidas que estima en 640 millones de euros en el conjunto del sector agropecuario. De esta cantidad, 230 millones corresponden a los problemas de mercado en la mayoría de los cultivos, sobre todo de los cítricos, cuyos precios en el caso de algunas variedades de naranjas como las navelinas se han hundido hasta los 0,09 €/kg; es decir, la tercera parte de los costes de producción, y hay muchos campos que no se van a recolectar.
Annus horribilis. Así definió ayer el presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, el balance agrario de la Comunitat Valenciana de 2021, porque ha sido «dos veces malo»: por la escalada histórica de los costes de producción y, a diferencia de otros eslabones de la cadena agroalimentaria y sectores económicos, «por la incapacidad real de los agricultores y ganaderos para repercutir ese incremento de costes en los precios que perciben», advirtió Aguado. Tal es la gravedad de la situación que AVA y el resto de las organizaciones agrarias de la Comunitat Valenciana han retomado, desde la unidad de acción, las movilizaciones que se aparcaron por la irrupción de la pandemia. Bajo el esclarecedor lema SOS Rural, el sector agrario seguirá convocando nuevos actos de protesta, que culminarán con una gran manifestación en Madrid el 20 de marzo.
Otros cultivos
Más allá de los cítricos, el otro gran cultivo de la Comunitat Valenciana, la uva para vino, sigue sin volver a los niveles prepandemia. Otros productos con graves pérdidas de rentabilidad fueron el caqui, frutales de hueso, cebollas y patatas. Las cabañas ganaderas más perjudicadas fueron las que dependen en mayor medida del precio de los piensos, que se han encarecido un 25%: porcino, vacuno y avícola. Por el contrario, han tenido un buen comportamiento la algarroba, aguacate, kiwi, chufa, cereales, agricultura ecológica y flores y plantas.
Según el balance de AVA-Asaja, el campo se ve muy castigado por el incremento de los costes de producción, que en 2021 ascendieron a 500 millones. Los insumos que mayores incrementos registraron fueron la energía eléctrica (+270%), el gasóleo (+73%) y los abonos (+48%).
Más costes por las plagas
Respecto a la situación de la sanidad vegetal, la organización agrario constata que los productos fitosanitarios disponibles son menos eficaces y que los agricultores han tenido que asumir sobrecostes para efectuar las aplicaciones. De hecho, el ‘cotonet de Sudáfrica’ en cítricos, los ‘cotonets’, las moscas blancas y la mancha foliar en el caqui, el ‘mildiu’ en la vid o la avispilla en el almendro, entre otras plagas y enfermedades, han ocasionado pérdidas récord superiores a los 250 millones en la agricultura valenciana.
Según Aguado, las reacciones de las administraciones, hasta el momento, «resultan decepcionantes e incluso insultantes». Además, comentó que la reforma de la Ley de la Cadena Alimentaria, a tenor de la crisis naranjera, «ha nacido coja al no dar respuesta a los abusos comerciales, a pesar de la prohibición de la venta a pérdidas». Y en su opinión, la nueva Política Agrícola Común (PAC) contempla más exigencias agrícolas, ambientales y laborales, «para recibir menos dinero».
Por otro lado, lamentó que la Comisión Europea se oponga a aplicar el tratamiento en frío a las importaciones citrícolas de Sudáfrica con destino a la Unión Europea pese al elevado riesgo fitosanitario. «El inacabado proceso de revisión del acuerdo comercial con Sudáfrica –que en estos cinco años le ha permitido aumentar sus envíos de cítricos un 33%– pone en evidencia que Bruselas utiliza la agricultura mediterránea como moneda de cambio», agregó.
