Malas noticias para los defensores de una pronta caída de la inflación. Los precios de las materias primas siguen desbocados en este inicio del año, con incrementos interanuales en buena parte de dos o más dígitos y con pocos productos con tendencia a la baja, según un informe sobre esta cuestión hecho público ayer por la Cámara de Comercio de València con datos que, en la mayoría de los casos, se mueven entre el 4 y el 5 de enero de 2022 respecto a los mismos días de 2021.
Los metales son las materias primas que experimentan los aumentos más espectaculares debido a los recortes de producción, como consecuencia de la pandemia y la escasez de energía en los países productores, a los cuellos de botella en el transporte marítimo y al fuerte aumento de la demanda tras la recuperación. A excepción del hierro, que baja un 29 %, los principales metales registran precios récord, con subidas de escándalo como el 496 % del litio, el 107 % del cobalto o el 85 % del estaño. Como explica la Cámara, se trata en su mayor parte de metales que se encarecen por el incremento de la demanda para tecnologías de la digitalización, la transición energética o las criptomonedas.
Los precios de la energía en los mercados internacionales siguen por las nubes en términos interanuales, con alzas del 39 % en el gas natural o del 46,9 % en el petróleo, pero el mencionado informe destaca que en los dos últimos meses de 2021 este sector ha experimentado «una sensible corrección a la baja» por la desaceleración de la actividad industrial y la nueva ola de la pandemia ocasionada por la variante ómicron.
Alimentos
La Cámara asegura que el coste de los alimentos «ha registrado una senda creciente y sostenida a lo largo de 2021», aunque en el último mes del año ha experimentado un freno. Es el caso de los aceites, el café, el trigo, el azúcar y el arroz. Aún así el cereal básico para el pan se ha encarecido en el último año en casi un 18 % y el azúcar lo ha hecho en un 14,4 %, mientras que el café ha subido un 85 %.
En cuanto a las materias primas naturales, el algodón mantiene una tendencia alcista, con datos históricos, debido a la elevada demanda mundial, los costes del transporte marítimo, el fuerte aprovisionamiento de la industria textil china y el boicot al algodón de Xinjiang, donde se concentra el 20 % de la producción mundial. El caucho vivió tiempos a la baja por la caída en la fabricación de coches, pero ha vuelto a encarecerse y el sector maderero registró una subida del 50 % solo en diciembre.
