La propuesta del Ministro de Agricultura, Luis Planas, de exigir el «tratamiento en frío» para las exportaciones citrícolas de Sudáfrica a la Unión Europea (UE), para evitar que lleguen plagas como la ‘falsa polilla’, queda de momento en el aire por parte de Bruselas a la vista da las reticencias que siguen manifestando algunos estados de la UE como Alemania y Países Bajos.

Planas pidió a los socios europeos la necesidad de establecer mayores estándares sanitarios en las importaciones de cítricos de Sudáfrica, una petición que reclama el sector naranjero de Comunitat Valenciana, apoyado también por la Generalitat, tal como ya piden otros países como Estados Unidos. En noviembre, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) reiteró en una investigación la necesidad de imponer este tratamiento a los cítricos de Sudáfrica que entran en el mercado comunitario, un impulso a las tesis españolas. Ahora se trata de ver cómo articular esta petición, si será a través de una revisión reglamentaria o con una decisión de la Comisión Europea y que, de momento, no se produce.

También puso sobre la mesa la cuestión comercial de los cítricos, que enfrenta una situación difícil por el aumento de los precios de la energía y los fertilizantes, además de un stock elevado cuando empieza la campaña de los cítricos mediterráneos.

Cambios en el mercado

El ministro español admitió ayer que el inicio de la campaña de los cítricos en España ha sido «un poco sorprendente en relación con la producción» y reconoció que las importaciones de naranjas sudafricanas han contribuido a que se produjera una «disrupción del mercado». El Ministerio de Agricultura estimaba en septiembre una producción de 6.705 millones de toneladas de cítricos para la campaña 2021/2022, un descenso del 4,8 % respecto a la temporada anterior.