La sexta ola de la pandemia de coronavirus, impulsada hasta niveles desconocidos por la expansión descontrolada de la variante ómicron, ha hundido la confianza de los empresarios valencianos, que, además de padecer los efectos en la producción que causan las bajas de empleados por contagios, se enfrentan a un escenario con muchas incertidumbres, entre las cuales destacan el temor a nuevos problemas en la cadena de suministros a nivel mundial y el alza de la inflación, que se ha extendido de la energía a casi todos los productos y materias primas.
Así las cosas, el Índice de Confianza Empresarial Armonizado, publicado esta semana por el Instituto Nacional de Estadística (INE), refleja una bajada del 4,6 % en la Comunitat Valenciana en el primer trimestre de 2022. Se trata del primer descenso que registra este parámetro desde la disminución en tres décimas del tercer trimestre de 2020, el período en el que se inició la llamada desescalada tras los meses de confinamiento que caracterizaron el segundo trimestre de aquel año, cuando las expectativas de los patronos de la autonomía descendieron un 28,2 %.
La Comunitat Valenciana, en el período comprendido entre enero y marzo de 2022, aparece como una de las cinco autonomías con peor evolución, solo superada por Castilla y León, Navarra, Baleares y Asturias. El citado 4,6 % de disminución del territorio está por debajo del menos 2,5 % de la media española. Madrid y Aragón son las únicas regiones que tienen buenas expectativas.
Expectativas
Entre los empresarios de la autonomía vuelve a predominar la opinión de los más pesimistas después de tres trimestres. Respecto al período comprendido ente enero y marzo de este 2022, el 17,6 % de los consultados tiene una opinión favorable, por un 27,1 % que se muestra pesimista. El saldo entre unos y otros es negativo en 9,5 puntos. Nada que ver con el trimestre precedente, en el que dicho baremo era positivo en 4,7 puntos.
La pérdida de confianza empresarial es generalizada, pero se acrecienta hasta el 12,2 % en el caso del transporte y la hostelería, a pesar de que esta ola de la covid no ha comportado las restricciones de otros momentos de la pandemia. El comercio y la construcción, por su parte, son las dos actividades donde hay menos pesimismo, con apenas un 1 % negativo.
Por otro lado, sorprende comprobar que el optimismo es más abundante entre las empresas más pequeñas. Así, la confianza es negativa en un 1,8 % entre las que tienen menos de diez asalariados, pero sube hasta el 7,2 % en las pocas firmas de la Comunitat Valenciana que disponen de plantillas con más de mil trabajadores, según los datos de la Generalitat.
La inflación se despidió de 2021 con el nivel más elevado en las últimas tres décadas al alcanzar la cuota del 6,5 %. Organismos económicos y expertos dudan sobre si será un fenómeno coyunturalcomo consecuencia de la pandemia o acabará por prolongarse en el tiempo. Los empresarios valencianos, en cualquier caso, están preocupados de cara al corto plazo por esa circunstancia.
Los datos de la Generalitat a partir de los del Instituto Nacional de Estadística revelan que se ha duplicado el número de quienes creen que aumentará en este primer trimestre el nivel de precios de su negocio al pasar del 16,7 % del cuarto trimestre de 2021 al 31,4 % en el que estamos. Los que creen que disminuirán se mantienen en torno al 6 %. Así, el saldo entre unos y otros es favorable a los que opinan que subirán los precios en 24,8 puntos,muy por encima del 10,8 % del cuarto trimestre del año pasado.
Por otro lado, el 8,3 % de los establecimientos industriales prevé utilizar menos del 40 % de su capacidad productivaentre enero y marzo, lo que supone 2,3 puntos más que en el trimestre precedente. Los que llegarán al 100 % bajan del 24,1 % al 23,3 %.
