Durante los últimos años cientos de satélites de proyectos privados como Starlink (SpaceX, de Elon Musk) o Kuiper (Amazon) han colonizado el cielo bajo la promesa de ampliar la conexión a internet y llevarla a todos los rincones del planeta. Ahora, la Unión Europea (UE) también entrará a competir en esa carrera especial con el despliegue de una constelación de satélites propios con el mismo objetivo.

Este martes, la Comisión Europea (CE) anunció sus planes para garantizar un "acceso mundial ininterrumpido a servicios de comunicación por satélite seguros y rentables", una iniciativa público-privada a la que se destinarán unos 6.000 millones de euros. De estos, unos 2.400 millones serán aportados por la propia UE y por los Estados Miembros hasta 2027.

Bruselas estima que en los próximos diez años se lanzarán unos 20.000 satélites para ampliar la conexión a la red a "zonas muertas de comunicación, garantizando la cohesión" en el bloque de los 27. La apuesta de la UE por el internet satelital se ha defendido como un "activo estratégico" para el club comunitario, pues no solo ampliará la conectividad sino que también servirá para apoyar la infraestructura europea de comunicaciones encriptadas, eso es, más seguras. Esta iniciativa complementará las dos redes de satélites europeos que ya hay en el espacio, Galileo (que proporciona el sistema GPS que le permite no depender de EEUU y China) y Copernicus (que proporciona imágenes meteorológicas, atmosféricas, terrestres y marinas por radar).

La UE espera que el despliegue de esta infraestructura se produzca entre 2023 y 2024. A mediados de 2027 se lanzará la fase inicial del servicio, que debería estar completamente operativo a finales de aquel año. Bruselas calcula que esta iniciativa tendrá un valor añadido de entre 17.000 y 24.000 millones de euros y creará nuevos puestos de trabajo.