La compañía alemana Nordex Group ha llevado a cabo un análisis exhaustivo de su estructura fabril global de nacelles –el elemento de la parte superior de la torre de un aerogenerador sobre el que giran las palas– a partir del cual se plantea finalizar su actividad de fabricación en la planta de La Vall d’Uixó, según ha informado hoy en un comunicado.

Los motivos de esta decisión "tienen que ver con que la producción y comercialización de aerogeneradores a nivel global atraviesa un momento complejo por un entorno de mercado muy competitivo. Aunque las ventas de Nordex han crecido de forma ininterrumpida en los últimos años y la demanda de energía renovable sigue en aumento, la industria eólica está sujeta a una elevada presión en precios", añade la nota.

El cambio a los sistemas de subastas y "la consiguiente necesidad de reducir el coste nivelado de la electricidad para que la energía eólica sea competitiva frente a otros tipos de generación ha intensificado la presión sobre los fabricantes de turbinas, que han de desarrollar productos cada vez más eficientes y reducir constantemente sus costes de producción para ser competitivos y no quedarse fuera del mercado".

Solo en los últimos cinco años, "el coste nivelado de la electricidad eólica ha caído de forma considerable, al punto en que ya es la energía más barata en muchos mercados. Esa caída impacta negativamente en los márgenes de los fabricantes de componentes, y tanto Nordex como sus competidores deben revisar continuamente sus capacidades productivas y sus compras con la rentabilidad en mente".

Presión

En el sector de los aerogeneradores, en concreto, "esta presión está conduciendo a la producción de modelos con cada vez más capacidad instalada y a la búsqueda de los menores costes de producción posibles para poder reducir sus precios de venta y ser más competitivos en el mercado. Nordex no es ajena a estas dos tendencias, que han impactado negativamente en sus márgenes a pesar del incremento de las ventas".

Esto, sumado a una situación de sobrecapacidad que afecta a los costes de producción, "ha vuelto necesario adoptar medidas en toda su cadena de valor para mejorar sus niveles de competitividad, su acceso al mercado y su posicionamiento general en el sector".

En La Vall d’Uixó, la compañía tiene la voluntad de iniciar en los próximos días un proceso de despido colectivo mediante un diálogo "de buena fe con la representación de la plantilla de la planta, con vistas a la consecución de un acuerdo que sea satisfactorio para ambas partes, e informará del mismo a las administraciones más directamente vinculadas a su actividad en la localidad", dice la nota, que no precisa el número de afectados aunque la compañía tenía hace dos años 125 empleados en la planta castellonense.

Sí informa de que Nordex emplea a más de 2.050 personas en España, que es el segundo mercado en que cuenta con una mayor plantilla. Esta representa alrededor del 25% del total del grupo. En los últimos cinco años, ese equipo ha crecido además en un 54%.