El sector de la automoción sufre un parón de ventas desde que arrancó la pandemia. La crisis económica, el frenazo de la demanda, el caos en la cadena de suministros global y la falta de chips han golpeado a la industria y han hundido las matriculaciones en los dos últimos años hasta los 850.000 coches vendidos (en 2020) y las 860.000 (en 2021), tras cinco años en que se superaron el millón de unidades.

El sector ya teme que 2022 se encamina a ser el tercer año por debajo de los 900.000 automóviles vendidos, cuando con el tamaño natural del mercado español las matriculaciones deberían estar de manera sostenida entre el millón y los 1,2 millones de unidades. Ante esta situación, desde la patronal de los concesionarios Faconauto se alerta de que las redes de puntos de ventas pueden recortar entre 5.000 y 7.500 empleos para adaptarse al parón de ventas.

Los concesionarios presumen que el año pasado consiguieron mantener el empleo a pesar de la debilidad de las ventas y el déficit de semiconductores, cerrando el ejercicio con 152.225 empleados, sólo un 0,78% menos que en 2020. El sistema de ERTE ligados al Covid ha sido una de las claves para que las redes de puntos de ventas de automóviles mantuvieran el empleo. La patronal asegura que el sector ya no tiene a ningún empleado acogido al ERTE de cara a este 2022.

El presidente de la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto), Gerardo Pérez, ha subrayado que la “gran noticia” de 2022 fue conseguir no destruir empleo, pero ha advertido de una caída de la facturación anual hasta los 33.003 millones de euros, un 8% menos que en 2020 y un 23% por debajo de los niveles prepandemia de 2019. Y también ha alertado de que la rentabilidad media sobre los ingresos de los concesionarios fue el año pasado de apenas un 1%, apuntando que para crear empleo el sector necesita elevarla hasta el 2 o el 3%.

“Los concesionarios son empresarios dispuestos a invertir allí donde hay un futuro y una oportunidad, pero actualmente la inseguridad que viven en temas clave dificulta la continuidad de esas inversiones”, ha advertido el presidente de Faconauto. De hecho, la patronal condiciona una evolución positiva del empleo a una recuperación de las ventas, a una reforma fiscal que reduzca los impuestos para impulsar las ventas, y a la protección de la seguridad jurídica en su relación con los fabricantes.

Los concesionarios se quejan de las ventas directas que realizan los propios fabricantes sorteando a las redes de puntos de venta. “No basta con que las marcas digan que los concesionarios somos sus socios prioritarios, tienen que demostrarlo llegando a consensos y colaborando con sus redes para acordar un límite en esas ventas directas”, ha indicado Pérez.